¿Es legítimo que Bertha Alcalde sea nombrada presidenta del INE? Autor: José Reyes Doria

Foto: Gobierno de México.

José Reyes Doria

INSACULACIÓN, NO NEGOCIACIÓN

Desde que inició el proceso de nombramiento del consejero presidente y otros tres consejeros electorales, se ha consolidado la tendencia a que Bertha Alcalde Luján sea designada nueva presidenta del INE. Es probable que el procedimiento llegue a la instancia de la insaculación, ya que Morena en la Cámara de Diputados ha expresado que no está dispuesta a negociar con PRI, PAN y PRD para lograr la mayoría de dos terceras partes necesaria para nombrar a los consejeros. Morena y AMLO afirman que ya no quieren ese tipo de cuotas y negociaciones en lo oscurito.

El procedimiento se está forzando para que desemboque en la insaculación que debe realizar la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, de acuerdo con lo que establece el artículo 41 constitucional. A la insaculación están llegando 20 finalistas, la mayoría de ellos afines a Morena y/o al gobierno. Por lo tanto, es altamente probable que los seleccionados a partir del sorteo sean “amigos” de la llamada Cuarta Transformación.

LEGAL, PERO NO LEGÍTIMO NI MORAL

El procedimiento, hasta ahora, está apegado a lo establecida en la Constitución. Pero cabe preguntarse si, además de legal, es legítimo que se llegue a la instancia de la insaculación con un universo de aspirantes predominantemente afines a la 4T. Recordemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador es el político que más ha invocado la idea de que, muchas veces, se da una contradicción entre legalidad y legitimidad, entre derecho y justicia, entre Ley y moral. La más reciente utilización de este razonamiento por parte del Presidente, ha sido con motivo de la jugosa liquidación que recibirán Lorenzo Córdova y Ciro Murayama al término de su encargo en el INE, quienes se llevarán millones de pesos porque así lo establecen las leyes, pero eso no necesariamente es legítimo y moral en un país con tanta gente pobre carente de ese tipo de prestaciones.

LOS VÍNCULOS DE BERTHA

En esta reflexión, es ineludible considerar que Bertha Alcalde Luján y su familia son personas estrechamente ligadas a Morena y al gobierno de López Obrador. Su madre, Bertha Luján, es fundadora de Morena, y durante siete años fue presidenta del Consejo Nacional partidista. Su hermana, Luisa María Alcalde, es titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, del gabinete del presidente López Obrador. La misma Bertha Alcalde ha ocupado altos cargos en el gobierno del presidente AMLO.

Dado lo anterior, surge la duda legítima sobre si Bertha Alcalde, en caso de llegar a presidir el INE, pueda desempeñarse con objetividad, independencia e imparcialidad. El INE tiene la función de organizar las elecciones y fungir como árbitro en la disputa electoral entre partidos y candidatos. Por lo tanto, el hecho de que sea presidido por una persona con vínculos tan íntimos con el gobierno y su partido, constituye un importante sesgo que, por sí solo, tiene el potencial de envolver los procesos electorales en un clima de sospecha permanente.

GOBIERNO Y PARTIDOS FUERA DEL INE

Hay que tener presente que las leyes, los procesos y las instituciones electorales mexicanas se cimentaron sobre la necesidad irreductible de que el árbitro electoral fuera independiente y autónomo, que estuviera desligado de la influencia del gobierno en turno y de las fuerzas políticas dominantes. Hasta 1988, las elecciones las organizaba el gobierno de la República y el órgano electoral era presidido por el Secretario de Gobernación. Ese orden electoral era política y moralmente insostenible, y las fuerzas políticas de oposición, acicateadas por el reclamo popular, lograron instaurar un órgano electoral autónomo e independiente, el hoy INE. Que éste vuelva a ser presidido por una persona tan vinculada al presidente de la República y al partido hegemónico, podría interpretarse como un retroceso.

Todos los presidentes del IFE-INE han sido elegidos a partir del acuerdo entre al menos dos fuerzas políticas antagónicas. Incluso, en el caso del impresentable Luis Carlos Ugalde en 2003, promovido por Elba Esther Gordillo, participaron en la negociación dos fuerzas políticas. Hoy, la llegada a la presidencia del INE de Bertha Alcalde sería sin acuerdo entre fuerzas políticas antagónicas, pues todo indica que será por medio de sorteo. Es verdad que el actual mecanismo constitucional de nombramiento de los consejeros del INE, adolece de múltiples vicios; se pervirtió con el paso del tiempo hasta el extremo de que las fuerzas políticas establecieron cuotas: tú propones dos consejeros y yo propongo tres. Pero, con todo y esa perversidad, en los hechos se generaba una especie de equilibrio en el Consejo General del INE.

DESMONTAR LA CASTA DORADA DEL INE

En este punto, se hace patente la necesidad de reformar la legislación electoral, y al propio INE, para mejorar, entre otras cosas, las bases de su independencia, autonomía e imparcialidad. Es innegable que, desde el momento en que se logró la autonomía, en 1996, se fue enquistando en el INE una casta dorada, que va de José Woldenberg hasta Lorenzo Córdova. Se configuró un grupo de interés poderoso, forjado a través de negociaciones y complicidades con el PRI, el PAN y el PRD. De esta forma, el mecanismo de nombramientos de consejeros, los presupuestos asignados al organismo, la legislación; se fueron imbricando con condicionamientos de las fuerzas políticas dominantes, las cuales exigían y lograban que algunas de sus infracciones más graves, como el Pemexgate, el Foxgate, algunas candidaturas cuestionables, el manejo ilimitado de dinero en las campañas, entre otras, no se sancionaran o se castigaran de la forma más leve.

Con todo y lo anterior, en mi opinión, la función esencial del INE se cumplió hasta ahora de forma aceptable y profesional, aunque gastando cantidades enormes de recursos públicos y enquistando una burocracia de élite que llegó a pensar que era la dueña eterna del Instituto. Pero es importante puntualizar que la reforma al INE y a la legislación electoral, debe ser planificada e implementada a partir de un consenso general y, con una visión de mediano y largo plazo que garantice y fortalezca la independencia, la autonomía y la libertad del árbitro electoral.

BERTHA SUSCITARÍA ESCÁNDALO

Dicho esto, volvamos al tema de Bertha Alcalde. Dados sus vínculos familiares, políticos y gubernamentales, su nombramiento como presidenta del INE sería equivalente a que, por ejemplo: en el sexenio de Enrique Peña Nieto se hubiera nombrado presidente del INE a un hijo o hermano de Manlio Fabio Beltrones o Beatriz Predes; o que en el sexenio de Felipe Calderón se hubiera nombrado como presidente del órgano electoral a un familiar en primer grado de César Nava o Juan Camilo Mouriño. El escándalo hubiera sido monumental, y con justa razón.

QUINTETAS MORENISTAS

Estas consideraciones sobre la eventual llegada de Bertha Alcalde a la presidencia del INE, aplican también para los demás finalistas de las cuatro quintetas que serán la base de la insaculación. En el caso de la quinteta para presidenta del INE, el procedimiento se indujo de tal forma que está conformada por cuatro mujeres afines a Morena y una aparentemente sin nexos partidistas. Además de Bertha, en la quinteta presidencial figura una aspirante que es hija de un senador de Morena, otra que tiene parentesco de primer grado con altos funcionarios del gobierno de AMLO y la última también tiene una familia que ocupa importantes cargos en gobiernos morenistas.

EPÍLOGO: NADA PERSONAL

No es una alerta contra la persona de Bertha Alcalde, o los otros finalistas, ya que todos tienen derechos a buscar esos cargos. Incluso, el hecho de que Bertha no cuente con experiencia profesional en materia electoral no constituye, en mi opinión, una objeción determinante. La cuestión es la que tanto ha enarbolado López Obrador, y por la cual lo siguen millones y millones de mexicanos: estas decisiones fundamentales no solo deben ser legales, también deben ser legítimas y morales. Finalmente, no hay que desestimar el aspecto de que la llegada a la presidencia del INE de una persona con claros nexos partidistas, si bien es legal, generaría deslegitimación para el sistema electoral, y, derivado de ello, algunas formas de inestabilidad política. ¿Es necesario todo esto?

José Reyes Doria
José Reyes Doria

Politólogo por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Asesor parlamentario en diversos órganos de gobierno y comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Colaborador en portales informativos. Conferencista sobre temas legislativos y políticos. Consultor en materia de comunicación política, prospectiva y análisis de coyuntura. Contacto: reyes_doriajose@hotmail.com

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