Mirada desencantada | El “#AMLOSiguesTú” ¿espanta a AMLO? Autora: Ivonne Acuña Murillo

Foto: Gobierno de México.

Por: Ivonne Acuña Murillo

Se dice que, a partir de conocer el hashtag #AMLOSiguesTú se ha visto al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), llorando por los rincones de Palacio Nacional. Que hoy no pudo disfrutar su desayuno compuesto por tamales de chipilín, pues la rápida caída del hoy expresidente de Perú, Pedro Castillo Terrones, es el paso previo a la inminente destitución de AMLO, según dice la oposición. La angustia presidencial aumentó cuando leyó el tuit: “AMLO: ya no es suficiente con que te largues ¡Te queremos en la Cárcel!”. Ahora, el “Taciturno de Palacio” enjuga sus lágrimas de tiempo en tiempo, a la vez que se lamenta de no haber sido el mandatario que las élites anhelaban y por no haber proclamado “por el bien de todos primero los ricos”. ¡Vaya una calamidad! Ya nada puede hacer, solo esperar a que lo echen y den con sus huesos a una fría y oscura celda en alguno de los reclusorios federales.

Se rumora también que ha comenzado a hacer maletas y a buscar algún país cuya embajada acepte abrirle las puertas y ofrecerle asilo. Pero, por aquello de las dudas, ha dispuesto cajas y cajas con libros de historia de México y otros países, así como sus propias obras por si se ve en la imperiosa necesidad de pasar años leyendo a la sombra. Ha también dispuesto de algún dinerito para pagar su comida y no le falten los mencionados tamales, las gorditas, las tlayudas y demás platillos regionales mexicanos. Al igual, que para comprar una pequeña pantalla en la cual mirar, de vez en cuando, los partidos de beisbol e irle a su equipo favorito, a saber: Los Dodgers de los Ángeles. Más aún, ha dispuesto todo para que su familia no quede desprotegida y pueda irse a “La Chingada”, su rancho situado en Palenque, Chiapas.

Pero, no todo es llorar y llorar, también hay espacio para los corajes entripados pensando que al fin la mafia en el poder, la minoría rapaz, los fifis, los conservadores, los machuchones, los Carlos Salinas, los Vicente Fox, los Felipe Calderón, los “Alito” Moreno, los Marko Cortés, los Ricardo Anaya, los “Chuchos”, las Margaritas Zavala, las Lilly Téllez, los Claudio X. González, los Gustavo de Hoyos, los Gilberto Lozano, los Héctor Aguilar Camín, los Enrique Krauze, los Lorenzo Córdova, los Carlos Loret, los Brozo, los Chumel Torres y compañía se han salido con la suya y están a punto de sacar de la presidencia a quien ha puesto en peligro sus privilegios.

Y eso no es todo. El nervio es tal que se ha encomendado a la Morenita del Tepeyac, especialmente en su día, para ver si le hace el milagro de aparecer una rosa blanca y soplarle a la cara. Con eso se conforma, lo demás es soberbia. La presidencia, se dice, bien vale una rosa y un soplo, ¿qué más podría desear? Sin embargo, por si acaso, se ha encomendado también a San Juditas Tadeo, por aquello de los imposibles.

Y claro, no podían faltar las selfis del recuerdo: una en el despacho presidencial, otras en los Salones de colores (Azul, Verde, Morado), en el de Los Embajadores, el de Recepciones, el Balcón del Grito, de espaldas a los murales de Diego Rivera, en el Patio Principal, en la Fuente de Pegaso, el Jardín de la Emperatriz, los Patios Marianos, el Recinto de Benito Juárez, por supuesto, las áreas de Protocolo, el Comedor, el Antecomedor… y la entrada principal, no sea que no la vuelva a ver cuándo lo saquen por la puerta de atrás.

Todo parece tan triste, el sueño tan largamente anhelado terminará abruptamente, a empujones, a jalones, de mala manera. Al fin y al cabo, México y Perú tienen la misma historia, las mismas instituciones, la misma Constitución, las mismas leyes, la misma minoría rapaz, clasista, racista, sexista, los mismos políticos y empresarios ambiciosos y enemigos de las grandes mayorías.

A veces, AMLO se espanta con el #AMLOSiguesTú, y luego se acuerda que él no es Pedro Castillo ni México es Perú y se le pasa.

Y en eso estaba, cuando recordó que las historias políticas de Perú y México podrán tener puntos en común, como eso de los políticos sátrapas y los empresarios voraces, pero que no son lo mismo.

Y en eso estaba, cuando recordó que es uno de los presidentes más queridos que ha tenido México y con más respaldo popular en el mundo. Que su aprobación para el mes de noviembre de 2022 ascendió al 73%, de acuerdo con datos de la empresa encuestadora Demotecnia, cifra que se repitió en el mes de mayo del mismo año, o del 72% según investigación de Enkoll en el mes de julio.

Y en eso estaba, cuando recordó que llegó legítimamente a la silla presidencial apoyado por 30 millones 113 mil 483 votantes, o sea, el 53.19 por ciento del sufragio emitido el 1 de julio de 2018.

Y en eso estaba, cuando recordó que cuenta con un partido político propio, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); un movimiento social formado por millones de personas dispuestas a movilizarse en caso de ser necesario, conocido como “lopezobradorismo” que además de operar como base de apoyo se ha convertido en un fenómeno político-social con ideología, proyecto de gobierno y de país propios; y una estructura paralela a Morena conocida como “Los servidores de la Nación”.

Y en eso estaba, cuando recordó que las Fuerzas Armadas Mexicanas le apoyan, que cuenta con estas no solo por su propia institucionalidad e histórico respaldo al poder civil, una vez terminada la fase armada de la Revolución Mexicana de 1910, sino por el reconocimiento de que les ha hecho objeto, por el fortalecimiento de los lazos personales que ha forjado a lo largo de cuatro años con parte de la cúpula castrense, y por una bien armada estrategia política-económica a partir de la cual las ha convertido en el soporte principal de su estrategia de seguridad pública y para la construcción de sus grandes obras de infraestructura, entre otras cosas.

Y en eso estaba, cuando en la Mañanera del 9 de diciembre respondió a ese hashtag que:

Puede costar una tendencia artificial como #SiguesTúAMLO, puede costar hasta un millón de pesos por hora. ¿Quién tiene los recursos para promover un trending topic que busque un golpe de Estado contra Andrés Manuel López Obrador?’ Ese golpe de Estado está muy fantasioso. Les voy a poner a los conservadores… ¿Por qué no ponen la encuesta de ayer? Es ‘tengan para que aprendan’. Porque siempre dicen: ‘La polarización que hay en México.’ ¿Cuál polarización? Miren, 73 de aprobación, 22 desaprueban y cinco indecisos, cinco por ciento. ¿Por qué esto? Porque nuestro pueblo es mucha pieza. Entonces, no es polarización, es politización. Pero, bueno, también tienen derecho a hacer su lucha, nada más que no hagan… Ni debería yo de decir nada, pero no está demás un consejo: que no se expongan tanto, porque, por ejemplo, ese mensaje ¿qué es lo que produce?, más apoyo. Cuando sale la guacamaya o la chachalaca disfrazada de guacamaya, que dicen que estoy ‘chocheando’ y que tengo no sé cuántas enfermedades; pues sí, ¿y ustedes creen que eso lo aplaude la gente? No, si nuestro pueblo es puro corazón, nuestro pueblo es muy humano. ¿Qué dice la gente? ‘¿Dónde se ven los amigos? En los hospitales, en la cárcel’. Así es, pero los publicistas que contratan nuestros adversarios no conocen la idiosincrasia de nuestro pueblo, no saben que nuestro pueblo es puro sentimiento, puro corazón, y ahora más politizado que nunca, muy consciente, a la vanguardia en el mundo. Entonces, gastan y gastan y gastan dinero y no pasa nada, ni va a pasar. Y además vienen citas históricas, como la elección del 2024, ahí que se apuren. Por ejemplo, ya se están tardando en lograr un acuerdo sobre quién los va a representar al bloque conservador. Eso no es fácil…

Valga esta colaboración para dejar de manifiesto, con sorna y algo de humor, lo ridículo del “#AMLOSiguesTú” con que las oposiciones política, económica e intelectual pretenden ganar la guerra de las percepciones y lograr que la ciudadanía les apoye en un soñado golpe de Estado blando (lawfare) o no tan blando, mismo que, hasta hoy, solo es posible en sus acaloradas y febriles mentes.

Mirada desencantada

Cuando el ser humano llega al fondo de su lado oscuro se deshumaniza y se convierte en bestia. De qué otra manera puede entenderse que una pareja, Verónica “N” y Gonzalo “N”, hubieran secuestrado, el 30 de noviembre, a Rosa Isela Castro Vázquez, una mujer de 20 años con 8 meses de embarazo, para sacar de su vientre a su bebita (misma que fue rescatada con vida y entregada a su padre) y arrojarla después en el rancho “Los Arrieros” de la localidad Rancho del Padre del municipio de Medellín de Bravo, en el estado de Veracruz.

Se hace un nudo en la garganta ante semejante horror, sobre todo cuando se sabe que Rosa Isela no ha sido la única víctima. Otras mujeres más han sufrido por este atroz delito: Alicia de 17 años desaparecida y asesinada en 2010, Judith de 22 años y Esmeralda de 19 años, ambas en 2018. Todas fueron atraídas por redes sociales con la promesa de regalarles ropa para sus bebés, de acuerdo con una investigación de La Silla Rota (Carlos Caiceros, “Rosa Isela y más crímenes a mujeres embarazadas en Veracruz”, 4 de diciembre de 2022).

<em>Ivonne Acuña Murillo.</em><br>
Ivonne Acuña Murillo.

Socióloga feminista, académica de la Universidad Iberoamericana. Analista política experta en sistema político mexicano y género. Autora de más de 250 artículos periodísticos y 25 académicos publicados en periódicos y revistas de circulación nacional. Ha contribuido al análisis del presente y el futuro de un país que se desgarra en múltiples medios escritos, radiofónicos y televisivos, tanto nacionales como internacionales.

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