Trump y Bolsonaro dinamitaron la salud de América Latina con decisiones tontas y mentiras: NYT (nota de SinEmbargo)

Foto: Xinhua

David D. Kirkpatrick y José María León Cabrera cuentan en The New York Times que ambos presidentes emprendieron una campaña ideológica que socavaría la capacidad de América Latina para responder a la pandemia.

Por Redacción / Sin Embargo

Ciudad de México, 27 de octubre (SinEmbargo).– Donald Trump y Jaír Bolsonaro son dos feroces opositores de la izquierda latinoamericana, cuenta The New York Times. Juntos, apuntaron contra el gran orgullo de Cuba: los médicos que envía por todo el mundo. Expulsaron a 10 mil médicos y enfermeros cubanos de diversas zonas empobrecidas de Brasil, Ecuador, Bolivia y El Salvador. “Muchos se marcharon sin ser remplazados, solo meses antes de que llegara la pandemia”. Luego, ambos líderes atacaron al organismo internacional más capacitado para combatir el virus, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), citando su participación en el programa médico cubano.

Y con la ayuda de Bolsonaro, Trump casi lleva a la bancarrota a la agencia al retener los fondos prometidos en el momento más álgido del brote, en una medida que no había sido revelada anteriormente. E impulsaron erróneamente la hidroxicloroquina como una cura. Mentiras. No cura la COVID-19.

David D. Kirkpatrick y José María León Cabrera cuentan en The New York Times que ambos presidentes emprendieron una campaña ideológica que socavaría la capacidad de América Latina para responder a la pandemia.

“Con la ayuda de Trump, Bolsonaro convirtió a la hidroxicloroquina en la pieza central de la respuesta pandémica de Brasil, a pesar del consenso médico de que el fármaco es ineficaz e incluso peligroso. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos advirtió en abril contra la mayoría de los usos del medicamento para tratar a la COVID-19. Un mes después, Trump anunció después de una llamada telefónica con Bolsonaro que Estados Unidos enviaría dos millones de dosis de ese fármaco a Brasil”, narran los periodistas.

“Los precarios sistemas de salud y las ciudades superpobladas hicieron que América Latina fuera muy vulnerable. Pero al expulsar a los médicos, bloquear la asistencia e impulsar curas falsas, Trump y Bolsonaro empeoraron la mala situación al desmantelar los mecanismos de defensa. Con un tercio de las muertes registradas en todo el mundo, América Latina ha sufrido de manera más aguda los embates de la COVID-19 que cualquier otra región”, dicen.

Los dos líderes más poderosos de las Américas, Trump y Bolsonaro, son ardientes nacionalistas que desafían la ciencia convencional, recuerda el Times. “Ambos han privilegiado el crecimiento económico y las políticas a corto plazo por encima de las advertencias de salud pública. Ambos son profundamente hostiles contra los gobiernos de izquierda de la región, especialmente el de Cuba, una causa que ayuda a Trump con los votantes cubanoestadonidenses en uno de los estados cruciales para las elecciones, Florida”.

“Los países más pequeños y menos poderosos, como Ecuador, resultaron muy afectados. Ecuador accedió a la presión estadounidense y, poco antes de la pandemia, retornó a casi 400 trabajadores de la salud cubanos. Luego, el país también sufrió la congelación de la financiación de la organización de salud por parte del gobierno de Trump, lo que obstaculizó su capacidad para proporcionar suministros de emergencia y apoyo técnico”, señala la investigación.

Trump ha promovido irresponsablemente medicamentos no comprobados. Y no sólo la hidroxicloroquina. Apenas hace dos días, funcionarios de Estados Unidos finalizaron anticipadamente un estudio que realizaba pruebas a un medicamento de Eli Lilly elaborado con anticuerpos en personas hospitalizadas con COVID-19 debido a que al parecer no ayudaba a los pacientes. Observadores independientes habían suspendido las inscripciones al estudio hace dos semanas por un posible problema de seguridad.

El Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas, que patrocina el estudio, señaló que una revisión a fondo no verificó un problema de seguridad pero encontró una muy baja probabilidad de que el fármaco resulte benéfico para los pacientes hospitalizados. Se trata de un revés para una de las técnicas más promisorias en el combate al COVID-19. Trump recibió un fármaco experimental similar de Regeneron Pharmaceuticals Inc., elaborado con con dos tipos de anticuerpos, cuando enfermó de coronavirus a principios de este mes.

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