Gabriel Quadri: ¿el Trump mexicano? Autora: Ivonne Acuña Murillo

Por: Ivonne Acuña Murillo

“Lo que usted está diciendo es lo que repiten en los Estados Unidos únicamente la derecha ultraconservadora y neofascista y ultratrumpista que no cree en la inclusión social. Yo no sé en el Congreso de su país (México) si esto se ve bien, pero aquí en los Estados Unidos no se ve bien. No mienta usted, la identidad de género no es un problema para esta sociedad. Para esta sociedad es un problema las personas que piensan como usted”. Con estas palabras Camilo Egaña, entrevistador del programa “Hablando se entiende la gente”, de CNN, confrontó al diputado federal mexicano Gabriel Quadri de la Torre cuando buscaba argumentar en contra de lo que él mismo denominó “ideología Trans” y en relación con la diputada federal por Morena, Salma Luévano Luna, también invitada, quien el pasado 10 de enero se rapó ante los medios como una forma de protesta por la transfobia mostrada por su homólogo.

La noche del 15 de enero, Egaña enfrentó a Gabriel Quadri con la diputada Salma Luévano, primera mujer trans candidata a una presidencia municipal (Aguascalientes) y una de las dos primeras en ocupar una curul en el Poder Legislativo, y quien actualmente se desempeña como presidenta de la Comisión de Diversidad en la Cámara de Diputados. Pocos argumentos esgrimió ella para defender los derechos de las mujeres trans más allá de la flagrante transfobia de su adversario. Por el contrario, Quadri se centró en reforzar aquello que había expresado en diversos tuits, tanto en diciembre de 2021 como en enero de 2022 y que textualmente dicen:

“Aguas con la agenda constitucional y legal del poderoso lobby Trans. Quieren desaparecer el concepto, identidad, igualdad sustantiva y derechos de las mujeres. Es en contra de las mujeres…” (Tuit 2 diciembre 2021)

“El poderoso lobby Trans pretende reducir a las mujeres a sólo una especie, de entre decenas de caprichosas y extravagantes expresiones de sexualidad…” (Tuit 2 diciembre 2021).

“La ideología Trans pretende deshumanizar y cosificar a las mujeres, y convertirlas en ‘personas gestantes’ o ‘personas con vagina’. Esperemos que no lo permitan” (Tuit 10 enero 2022).

“¿Y las mujeres van a permitir que hombres vestidos de mujer utilicen sus baños y vestidores, y compitan contra ellas en actividades deportivas? (Tuit 6 enero de 2022).

Con estas provocaciones Quadri pretende contraponer los intereses de las mujeres designadas así al nacer con aquellas que lo son por decisión propia, además de autonombrarse “paladín defensor de las primeras”, haciendo a un lado el reconocimiento de los derechos de las personas de la diversidad sexual.

No conforme, con su intención de “echarlas a pelear” (probablemente una batalla de playeras mojadas sería de gusto), miente deliberadamente cuando afirma que la lucha de las mujeres trans se encamina a hacer desaparecer toda identidad, igualdad sustantiva y derechos de las mujeres tradicionalmente concebidas, apuntando a su invisibilización y deshumanización al reclasificarlas como “personas gestantes” (no se sabe si Quadri está consciente de que esta categoría busca incluir a antiguas mujeres que habiendo cambiado de sexo deciden embarazarse) o como “personas con vagina”. Apuesta Quadri a la desinformación y a la desmemoria al pasar por alto, deliberadamente, el hecho de que, durante siglos en el patriarcado que él parece defender, se ha “cosificado” a las mujeres y se las ha reducido justo a “personas con vaginas” obligadas a tener los hijos de los hombres y a ofrecerles placer sexual.

Habría que preguntarle a Quadri si cuando se encuentra con una mujer atractiva (como la edecán del debate presidencial de 2012) ¿la ve como una mujer con derechos o como una “persona con vagina”? y si piensa que el que se ha llamado “el oficio más antiguo del mundo” supone un proceso de humanización de las mujeres que lo practican y de los hombres que lo solicitan, o un proceso de “cosificación” de las primeras por parte de los segundos.

Deja de lado, igualmente, que a lo largo de la historia las mujeres, con excepción de aquellas pocas que ejercieron el poder o se hicieron notar por acciones extraordinarias, fueron borradas de la historia e invisibilizadas bajo la denominación “hombre” que supuestamente las incluía, razón por la cual desde el siglo pasado las historiadoras feministas se han encargado de “visibilizar” y “sacar a la luz” al grueso de mujeres olvidadas por los hombres que han escrito la historia.

Pero, la postura de Quadri de atacar con mentiras a individuas, las trans, que buscan establecer su identidad de género a partir de una elección consciente, no es nueva. Hace algunos años ya que se ataca lo que se ha denominado “ideología de género”, encaminada a desvirtuar la luchas de las feministas por la igualdad de derechos y el trato equitativo con inventos flagrantes como aquel según el cual se busca pervertir a menores de edad a partir de la educación sexual que se les brinda en la educación básica, con el argumento pueril de que se les inducirá al cambio de sexo y a la masturbación. Se afirma también, que las feministas radicales son las causantes de la homosexualidad, desconociendo abiertamente al movimiento de la diversidad sexual, sus participantes y agenda propia.

De esta manera, la argumentación de Quadri se enmarca en este intento por sostener los principales “valores” del patriarcado y con ellos la dominación de las mujeres por parte de los hombres. Para lograrlo, se basa en un pensamiento biologicista, cuestionado muchas décadas atrás, a partir del cual “la naturaleza los creó hombre y mujer” y nada más. De aquí su rechazo visceral a las mujeres trans.

Asimismo, los intentos de Quadri por posicionarse en la agenda pública, a partir de sus radicales posturas, se enmarca en un intento coordinado de la oposición política al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para ganarle la mano en los diversos espacios mediáticos. Lo anterior, como parte del cambio de estrategia que los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) acordaron en los últimos meses del año pasado. De ahí la búsqueda de un diálogo con el primer mandatario por parte del primero, la confesión del segundo en torno a que se le obligó a ser neoliberal y la auto adscripción a la socialdemocracia por parte del tercero.

A decir del mismo Quadri, el 1 de diciembre de 2021 la dirigencia nacional del PAN se reunió con legisladores federales y locales para discutir la estrategia digital con la que buscan “disputar y ganar en redes sociales el debate y la controversia pública para contener y derrotar al populismo”. (Al respecto leer el reportaje de Carlos Montesinos, “La ‘táctica Trump’ del PAN, estrategia digital contra AMLO”, Reporte Índigo, 13 de enero de 2022)

Cabe recordar que no es esta la primera vez que Gabriel Quadri desata el escándalo con sus declaraciones. Vayan algunos ejemplos: el 12 de abril de 2018, en una postura abiertamente clasista, Quadri propuso a los candidatos a la presidencia que prohibieran el reggaetón; el 11 de enero de 2019 afirmó: “Si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas sería un país de desarrollo medio y potencia emergente”, esta declaración vía Twitter llevó al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, a exigirle una disculpa pública y a considerarlo persona “Non grata” en esa entidad; el 6 de enero de 2020 aseguró que López Obrador buscará “eternizarse” en el poder, desconociendo los resultados de 2024, y que el daño que ocasionará “es mucho mayor” que el de la insurrección violenta de seguidores de Trump, cuando tomaron el Capitolio estadounidense para tratar de impedir el reconocimiento de Joe Biden como presidente.

Comparar lo que pasó en la Casa blanca con el hecho de que AMLO se eternice en el poder no tiene ni pies ni cabeza. Cómo se puede comparar el impacto causado por la toma temporal del Capitolio con lo que se puede hacer en más de un sexenio suponiendo, sin conceder, que lo que dice el diputado por del PAN fuera cierto. Esto demuestra la falta de una estrategia de comunicación política bien planeada.

Pareciera que la estrategia del PAN es lanzar a uno de sus representantes más polémicos a decir lo primero que le viene a la cabeza y como muestra otro botón. Sostiene Quadri que AMLO es como Calígula, sin detenerse a considerar aquello por lo que se conoce a este último: su crueldad, extravagancia y perversidad sexual. A todas luces, o Quadri no sabe quién fue Calígula o no sabe quién es López Obrador. Escoja usted.

Como sea, asumiendo como cierta la existencia de una nueva estrategia de comunicación digital se puede afirmar que Quadri, el PAN o ambos, equivocan nuevamente el camino.

Primer error, suponer que México es Estados Unidos y Quadri es Trump y que la misma estrategia mediática que le sirvió a él les servirá a ellos, cuando la mayoría de la población en México está formada por gente de escasos recursos, mucha de la cual es ya clientela de López Obrador y no una mayoría blanca, mayor de 50 años, conservadora, sexista, misógina, clasista, con poca preparación formal que añora los años de bonanza económica.

Segundo error, ignorar que Trump no ganó la presidencia con el voto popular, pues este favoreció a Hillary Clinton por una diferencia de 2.8 millones de votos, sino de manera indirecta gracias a los 220 votos que logró en el Colegio Electoral, mientras que López Obrador ganó por el voto directo de 30 millones 11 mil votantes (53.19% de la votación total).

Tercer error, pensar que, con la descalificación, la diatriba, las fake news podrán cambiar la percepción que la ciudadanía se ha formado en torno al PAN y sus políticos. Imaginan, equivocadamente, que podrán usar la polarización política, creada por sus únicos presidentes de la República en 2006, de la misma manera que lo hace el presidente de la República y con el mismo éxito.

Cuarto error, intentar aplicar ideas exportadas desde contextos histórico-políticos diferentes al mexicano, como las de Trump ya referidas, o las del partido político ultraconservador de España, el conocido Vox, equivocando además los sentimientos preponderantes en la ciudadanía, como el hartazgo y el enojo, e insistir en apelar al miedo como la emoción a ser capitalizada.

Quinto error, imaginar que con sumar a aquellas personas de ultraderecha que aún no militan en sus filas les alcanzará para ganar las elecciones en 6 gubernaturas durante 2022 o la presidencial de 2024, olvidando la experiencia de Mikel Arriola y sus pretensiones de gobernar la Ciudad de México, en 2018, apelando a la ciudadanía conservadora a partir de un discurso tipo Trump.

En resumen, Quadri, el PAN y anexas buscan vencer el supuesto populismo de izquierda de López Obrador con un populismo de derecha “trasnochado y vacío de contenido” (leer nuevamente a Carlos Montesinos, “Desesperado populismo de derecha en estrategia digital”, Reporte Índigo, 13 enero 2022), con el cual dan “palos de ciego” insultando la inteligencia de la ciudadanía al suponerla ignorante y desinformada. A esto se suma, el riesgo que conlleva todo discurso de odio como dijo Salma Luévano, quien hizo responsable a Quadri de cualquier atentado sufrido por ella o alguna de sus hermanas y como si lo anticipará hace el domingo 16 de enero por la noche, la activista Natalia Lane fue víctima de un intento de transfeminicidio al ser atacada cerca de la estación Portales del Metro y recibir navajazos en nuca y rostro.

El llamado transfóbico de Quadri ha llevado al presidente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Mario Delgado Carrillo, a pedir el desafuero de este diputado que se dice representar los intereses de la ciudadanía.

Ante esta supina estrategia no queda más que reaccionar como lo hiciera Egaña al correr a Quadri de su programa: “Si usted viene aquí a propagar su discurso de odio este no es el canal, váyase a otro canal”. 

Queda en usted decidir si es Quadri el Trump mexicano. Y, mientras tanto, disculpe que me ría ante el derroche de humor involuntario.

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