Clodio en San Luis Potosí. Autor: Federico Anaya Gallardo

Decíamos aquí que urge hacer análisis serios de la política regional, estado por estado de nuestra compleja Federación. Recalo hoy en San Luis Potosí, llamado Luisiana Potosinense en 1826, San Luis de la Patria en 1847. Su capital fue una de las cunas del Partido Liberal de los Flores Magón en 1903 y en 1910 cárcel del apóstol Madero. La referencia actual, tristemente, es menos gloriosa. De hecho es infausta. El nuevo gobernador potosino acaba de nombrar director del Archivo Histórico del Estado a Jesús Rafael Aguilar Fuentes –mejor conocido como El Chiquilín.

Para acercarnos al personaje, conviene ver el video de 9 minutos publicado en Facebook por Código San Luis el pasado 26 de agosto de 2021 (Liga 1). Allí podemos ver a un hombre brusco, mal encarado y mal hablado. De manera hosca, frente al Colegio de San Luis (Colsan) señala que la clase cultural potosina es “flojona” y que ese centro público de investigación fue construido por Horacio Sánchez Unzueta (gobernador potosino, 1993-1997) a quien llama “el maldito cacique mayor” del estado. Denuncia que la institución está “recatad[a] de víboras, … de mantenidos” … “de navistas huevones” … “vividores miserables y hasta rateros del patrimonio cultural e histórico de los potosinos”. Frente a los lujos que denuncia en esta institución, señala el dolor de las mujeres pobres y víctimas de violencia. Y exigió que el Colsan regrese al Archivo Histórico del Estado documentos que supuestamente habría saqueado esa élite cultural para guardarlos en el colegio –que es una asociación civil.

Este discurso de El Chiquilín del 26 de agosto ppdo no tiene pérdida, lectora. Al final, Aguilar Fuentes vuelve a confrontar al exgobernador Sánchez Unzueta: “—Horacio piensa que los gallardistas, este, somos gente per se, ignorante. Eso piensas, cabrón…” Y en ese punto, El Chiquilín explica cómo nació La Casa de España y el Colegio de México; exponiendo el papel de Alfonso Reyes en esa fundación y mencionando el impacto de Reyes en Vargas Llosa y Fuentes. Remata: “—Conocemos la historia. No creas que porque digo palabrotas no soy un hombre preparado.” Y termina mandando a chingar a su madre a la burocracia flojona.

Este hombre fue militante del movimiento ciudadano potosino durante lo que se ha llamado el segundo navismo de la segunda mitad de los 1980. Esto lo tiene claro y lo ha repetido una vez tras otra. Por ejemplo, el 16 de junio de 2017 (Liga 2), en el Café Tokio, confrontó a gritos a Xavier Nava Palacios, entonces diputado federal por el PRD. “Agarraste el voto gallardista ¡y ahora nos atacas, cabrón! … ¿Por qué no se treparon al poder sin Gallardo, cabrón? Tu papá y tú son unos comodinos … Si Nava viviera qué chinga les pusiera … Eres un vividor y eres un cobarde y un malagradecido, Xavier … Todos ustedes han sido unos pinches imbéciles, los Nava, güey. ¡Yo soy navista de treinta años! … ¡Viva Nava, güey! … Y vuélvete a montar a la campaña de Gallardo, para que comas algo. … ¡Te están esperando en las colonias, vividor incumplido!”

Aguilar Fuentes sirvió, así de bronco y mal hablado, al segundo navismo. Sus posiciones plebeyas y su violencia verbal siempre fueron así. Pero, en aquellos ya lejanos años, había un liderazgo responsable que le guiaba y controlaba –el doctor Salvador Nava Martínez. Es obvio que el viejo héroe sigue en la mente de El Chiquilín pero los fantasmas que habitan la mente de los vivos difícilmente pueden controlar nuestros excesos.

Si me detuve a citar los alegatos de Aguilar Fuentes sobre el Colsan y sobre Xavier Nava Palacios es porque sus líneas argumentativas (que sí existen, no despreciemos a El Chiquilín, lectora) muestran esos excesos no controlados que mencioné. Aguilar se escandaliza de que el Colsan sea una asociación civil, pero ignora (o pretende ignorar) que pese a esa forma jurídica el colegio es un centro público de investigación cuyo titular es designado por la Presidencia de la República y cuyo financiamiento es público –lo que, entre otras cosas, implica que debería ofrecer sus servicios de enseñanza de modo gratuito. Esta complejidad la omite El Chiquilín y por ello se permite llamar al linchamiento de las y los académicos adscritos a esta institución de educación superior. Para justificar su rabia, el denunciante recita los nombres de conocidos navistas que trabajan en el Colsan (Manuel Calvillo, Marta Rivera, Juan Carlos Ruiz Guadalajara) pero no menciona que dentro de los mismos muros trabaja, por ejemplo, Francisco López Bárcenas, el abogado y erudito Ñúu Savi (Mixteco). El Colsan no es solamente espacio para “fiestas” de una élite desapegada de la sociedad, como dice El Chiquilín. Hace años, yo tomé allí un magnífico curso con Enrique Dussel sobre sus Veinte tesis de política.

Por otra parte, en su alegato en contra de Xavo Nava, Aguilar Fuentes nos informa a los no-potosinos de un quiebre grave que ha desgarrado a Morena en ese estado. Los hechos electorales entre 2015 y 2021 son contundentes. Nava Palacios se incorporó al PRD en 2015 como candidato a diputado federal. En ese mismo proceso electoral contendió Ricardo Gallardo Juárez (padre) como candidato a alcalde del municipio capital. La fuerza del voto gallardista benefició a Xavo, sin duda. Ya en San Lázaro, el nieto del Doctor Nava empezó a deslindarse del gallardismo y tres años más tarde, en 2018, se enfrentó a su antiguo patrono que buscaba reelegirse al frente del ayuntamiento. Xavo venció a Gallardo senior y gobernó la capital potosina bajo la bandera del PAN. En resumen, el alegato de El Chiquilín, pese a su forma grosera, es atingente (es decir, pertinente, acertado).

En 2021 Xavo Nava demostró de nueva cuenta su irresponsabilidad ideológica. Luego de secundar por dos años a la oposición anti-obradorista, buscó la candidatura a gobernador con la coalición Va por México/Sí por San Luis Potosí (PRI-PAN-PRD) que en el Estado tenía como socio mayor al PAN. Pero Xavo perdió y corroborando la opinión que de él expresó El Chiquilínen 2017, presto saltó a Morena para buscar la reelección como presidente municipal de la capital potosina. Perdió frente al candidato de la coalición anti-obradorista –Enrique Galindo Ceballos.

Muerto el Doctor Nava en 1992 sus herederos políticos sólo han desilusionado al pueblo potosino. Las diatribas de El Chiquilín en contra de Horacio Sánchez Unzueta (n.1949) son parte de esta desilusión colectiva. En 1993 Horacio venció a Conchita Calvillo, la viuda del Doctor Nava, en la elección extraordinaria para gobernador que el héroe epónimo del navismo había exigido celebrar desde 1991. Problema: Horacio estaba casado con Conchalupe, la hija del doctor. De 1993 a 1997 Sánchez Unzueta presidió un gobierno cuasi-navista que dejó insatisfechos a todos, navistas o anti-navistas. De esas contradicciones nace el engendro que hoy ha de dirigir el Archivo Histórico del Estado.

Cierro explicando el por qué del título de este artículo. Clodio (92-52 aC) fue un personaje ligado al partido popular y a Cayo Julio César en los días finales de la República Romana. Radical, pendenciero e irresponsable, muchas veces causó escándalo en la ciudad. El partido popular se benefició de su fogosidad y violencia en un ambiente viciado por la traición de las élites a los principios republicanos. Pero la cabeza del partido, César, le controlaba. Clodio murió en una trifulca electoral. César le sobrevivió seis años, venció a las élites conservadoras y refundó la República. En San Luis Potosí El Chiquilín ha sobrevivido tres décadas al Doctor Nava.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://www.facebook.com/CodigoSanLuisEnVivo/videos/2418739864935995

Liga 2:
https://www.facebook.com/laorquesta.mx/videos/1518259444905475

Federico Anaya-Gallardo
Federico Anaya-Gallardo

Abogado y politólogo. Defensor de derechos humanos. Ha trabajado en Chiapas, San Luis Potosí y Ciudad de México. Correo electrónico: agallardof@hotmail.com

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