AMLO, contrapesos y universos paralelos. Autora: Ivonne Acuña Murillo

Foto: Gobierno de México.

Por: Ivonne Acuña Murillo.

La teoría de los universos paralelos o multiversos, como se prefiera, que forma parte de la Física Cuántica, bien puede ser aplicada para explicar eventos de la política alla messicana. Así como en esta ciencia dura o exacta existe una importante cantidad de especulaciones teóricas, muchas de las cuales nunca llegan a ser comprobadas a partir de experimentos concretos, igualmente, la política como ciencia no puede sustraerse a la especulación. Y si existe alguna duda al respecto, vaya aquí un sencillo ejemplo, antes del cual es prudente comentar para quien lee, por si aún no lo sabe, que esta teoría se encuentra presente en muchos de los contenidos a los que tiene acceso.

Las imperdibles series donde se explora la idea de los universos paralelos son: “Salto al infinito” (Sliders), “Fringe”, “Ricky y Morty”, “The OA”, “The Man in the High Castle”, “Counterpart”, “La materia oscura”, el capítulo “Espejito, espejito”, de la saga de Star Trek, “Dark” y “Si no te hubiese conocido”.

Asimismo, las nueve mejores películas donde se trata el tema son: “El Mago de Oz”, “Hellraiser”, “Dos vidas en un instante”, “Donnie Darko”, “Los mundos de Coraline”, “Las vidas posibles de Mr. Nobody”, “Otra tierra”, “Coherence”, “Spider-Man: Un nuevo universo”.

Imaginar la existencia de múltiples realidades vividas por los mismos personajes, con tramas que varían, poco o mucho en función de diversas variables, de la original sin que esta se deforme al punto de no reconocerse, es algo no sólo extraordinario sino apasionante.

Antes de penetrar en el mundo de las probabilidades, hay que saber que, como si de una avalancha se tratara, el video que presentó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en la Conferencia de Prensa del martes 18 de agosto, sepultó bajo toneladas de nieve, o lodo y escombros si se prefiere, la encuesta del periódico Reforma, del lunes 17 de agosto, en la que el 34% de los consultados, vía telefónica, indicó que Ricardo Anaya Cortés, excandidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, integrada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, podría ser un líder opositor frente a López Obrador. Detrás de Anaya fueron señalados la también excandidata presidencial independiente Margarita Zavala Gómez del Campo con 14% y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez de Movimiento Ciudadano, con 9%.

En el video en cuestión se observa como Rafael Jesús Caraveo Opengo, exsecretario técnico del Senado y colaborador del senador panista Jorge Luis Lavalle Maury, presidente de la Comisión de administración del Senado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, recibe fajos de billetes supuestamente como parte de una serie de sobornos financiados por la firma brasileña Odebrecht y entregados a Emilio Lozoya Austin a cambio de contratos.

En el mismo video se observan personas contando fajos de billetes de 200 y 500 pesos para después distribuirlos en bolsas y maletas, así como a Guillermo Gutiérrez Badillo, exsecretario privado de Francisco Domínguez Servién, mejor conocido como “Pancho” Domínguez, actual gobernador del estado de Querétaro, quien fue cesado por el mandatario estatal a horas de conocido el video por eso de que “no fuera a ser” que lo salpicara con su sospechosa y corrupta relación.

Aparentemente, el dinero formaba parte de los 100 millones de pesos entregados por Odebrecht a Lozoya, mismos que fueron utilizados para sobornar a varios legisladores a cambio de aprobar la Reforma Energética. A decir del fiscal general de la República, Lozoya presentó una denuncia de hechos señalando a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray Caso como los principales operadores de tales sobornos.

Pero, no se piense que el video de “los señores de los fajos y las maletas” es el objeto de este artículo. Se menciona tan sólo con intención de explicar por qué la encuesta del Reforma, la verdadera materia de esta colaboración, pasó a un lejanísimo segundo plano apenas un día después de haber sido publicada.

No se crea tampoco que se busca sacar de las sombras lo que quedó oculto, por un deslucido afán propagandista. Lo cierto es que la tentación de jugar un poco con lo ahí expuesto es un bocadillo poco despreciable.

De acuerdo con la citada encuesta, dos cartuchos quemados (de esos que se usan cuando la “caballada está flaca”), Ricardo Anaya y Margarita Zavala, y un enjundioso (por calificarlo de algún modo) gobernador, Enrique Alfaro, pueden hacer contrapeso a AMLO, por lo que la pregunta es: ¿cómo desde la Física Cuántica puede explicarse no el resultado del sondeo de opinión, sino la posibilidad real de que algo así fuera posible?

El primer intento de respuesta puede darse desde el Principio de Incertidumbre dictado en 1927 por el joven físico teórico de origen alemán, Werner Heisenberg, que groseramente parafraseado nos lleva a pensar que no podemos saber al mismo tiempo si alguno de los tres contrapesos mencionados pagó la encuesta y con qué recursos.

Hay quien afirma que Anaya pagó esta encuesta, pero no se podrá saber si lo hizo con el dinero que le sobró de los supuestos 6.8 millones de pesos que recibió de Emilio Lozoya para aprobar la Reforma Energética.

No se sabe tampoco, si la pagaron Margarita y su esposo, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en un momento en que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha multado con 2.7 millones de pesos a la organización Libertad y Responsabilidad Democrática, A.C. (México Libre), por uso irregular de recursos.

Si la pagó Alfaro, igualmente no se podrá saber ahora si utilizó parte de los dineros de la deuda pública que en menos de año y medio ha contratado para el estado de Jalisco. Tal vez hasta que deje de ser gobernador fluya esa información.

Haiga sido, como haiga sido, fue un dinero malgastado. La manera en la que el presidente de la República llena el espacio comunicativo de la esfera pública es avasallador, una avalancha, como se dijo arriba. Esto quedó demostrado durante la campaña presidencial de 2018, en que López Obrador monopolizó la atención de los medios de comunicación por meses y sólo le fueron arrancados pequeños, muy pequeños momentos como cuando Margarita Zavala abandonó la contienda o con las veinte primeras planas que El Universal le dedicó al supuesto enriquecimiento ilícito de Anaya y sus viajes a Atlanta.

Una segunda forma de pensar la encuesta de los contrapesos y sus resultados es a través del experimento del “Gato de Schrödinger” o “Paradoja de Schrödinger”, experimento teórico concebido en 1935 por el físico austríaco Erwin Schrödinger. En este caso, imaginemos no a un gato dentro de una caja, el cual puede estar vivo y muerto a la vez, sino a tres: dos gatos y una gata.

Por supuesto, agregar un gato y una gata a la caja aumenta el número de probabilidades que hay que calcular. Por ejemplo, la más simple es suponer que los dos gatos, Ricardo y Enrique y la gata, Margarita, están muertos o vivos al mismo tiempo. Pero imaginemos que la gata, Margarita, está viva y los gatos, Enrique y Ricardo, no; o que ellos están vivos y ella no; o que un gato vive, Ricardo o Enrique, y la gata, Margarita y el otro gato no. Podría ser también que, al abrir la caja, quien mira dentro no encuentre gata o gato alguno, por influjo de una realidad que se niega a ser vista y por tanto determinada.

Y ¿qué tienen la caja, los gatos y la gata qué ver con los universos paralelos? La respuesta es sencilla, mientras la caja no sea abierta, la gata Margarita y los dos gatos, Ricardo y Enrique, están vivos y muertos a la vez, sea cual sea la combinación posible. Esto es, habitan en universos o realidades paralelas.

En una de éstas, Ricardo Anaya es el mayor contrapeso de AMLO, en otra lo es Margarita Zavala, en otra Enrique Alfaro, en otra los tres o dos de ellos y en otra, o sea la que habitamos, ni ella ni ellos.

Lo anterior quiere decir que no es en este universo donde Anaya, Alfaro o Zavala pueden hacer contrapeso a AMLO, por más que paguen una encuesta tras otra. La guerra de las percepciones, al menos por los próximos años, no se sabe cuántos, recuérdese el Principio de Incertidumbre, ya está ganada.

Pero, como en la Física Cuántica el multiverso puede ser posible, no se agota la realidad en función de los posibles contrapesos a AMLO.

Imaginemos un universo en el que Ricardo Anaya haya ganado la presidencia. Con seguridad nos deleitaría tocando alguno de los múltiples instrumentos que mostró durante la campaña o cantando con Yuawi, pero en inglés o francés. Acudiría a sus encuentros populares como una estrella de rock, corriendo al entrar al escenario, tocando las manos extendidas de sus fans y los terminaría montado en alguna estructura metálica cercana. Regañaría al pueblo en inglés cuando hiciera algo que le resultara “insulting and unacceptable”. Pero, eso sí, no dejaría de ir por Mateo a la escuela, a menos que el niño estuviera en Atlanta.

Y qué tal si en otro universo, Margarita Zavala no se hubiera bajado de la campaña y la hubiera ganado. Indudablemente el primero en festejar sería Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, quien realizaría su sueño de volver al poder de la presidencia. Sería interesante saber, si en esa realidad paralela Margarita actúa por cuenta propia y le pone un “hasta aquí” a los consejos y presiones de su marido y le exige cumplir con sus funciones de “primer damo” del país y, sobre todo, hacerse a un lado.

Podría ocurrir también que Calderón no se encontrara ansioso, desesperado y loco por volver a ejercer el poder de la presidencia y dejara a Margarita encabezar un proyecto propio muy alejado de lo que fue su gobierno o que, entre los dos, terminaran por bañar de sangre al país, en un afán por no bajarse nunca de la silla. Al fin “guerra” o “lucha”, los platos rotos que dejarían a su paso no los pagarían Felipe o Margarita, sino sus víctimas o los llamados “daños colaterales”.

Y dado que, desde la Física Cuántica, todo lo que sea posible encontrará alguna parte donde convertirse en realidad, por improbable que parezca, se puede imaginar también que en alguno de esos universos paralelos Enrique Alfaro sea el primer mandatario. Por lo pronto, tendríamos que andar todos y todas con cubrebocas, o exponernos a ser asesinados por corruptos policías municipales que aduciendo el cumplimiento de un deber nos molieran a golpes. O bien ya podría estar México triplemente endeudado, como lo está hoy Jalisco, sin que se sepa para qué se usará ese dinero o siquiera dónde está.

Por supuesto, no puede quedar fuera la posibilidad de que, en algún otro universo, exista el gemelo o gemela, alter ego, de alguna o alguno de los personajes mencionados.

Por mencionar sólo algunas probabilidades se podría encontrar a un presidente López Obrador, débil, desconocedor de cómo funciona el sistema político mexicano, mal comunicador, cómplice de las élites que hoy dice combatir, enriquecido por su paso en diversos puestos públicos y sin un discurso moral que ofrecer a un pueblo “cansado de tanta pinche transa”. Entonces si que Anaya, Zavala y Alfaro podrían hacerle contrapeso.
Cabría la posibilidad de que Margarita tuviera una gemela asertiva, progresista, agresiva, políticamente hablando, con un proyecto personal de país, una larga carrera política y la experiencia necesaria para gobernar una nación tan compleja como México. Una mujer de avanzada que no se dejase avasallar o dirigir por esposo alguno.

O que el mismo Calderón tuviera un gemelo sin adiciones de ningún tipo, incluidos el alcohol y el poder. Que no buscara imponer a su esposa como la presidenta de un país que él ayudo a desgarrar y que la dejara seguir sus propios impulsos, deseos y proyectos. Que se dedicara a pintar, a escribir, a hacer deporte extremo sin molestar a nadie. Vaya, lo del “gemelo perverso” caería por tierra, pues ese ya vive aquí y ahora.

El gemelo de Anaya, por su parte, tendría un perfil realmente presidenciable y no de estrella de rock. No buscaría llegar al puesto de mayor poder tocando a medias instrumentos musicales ni fingiendo cantar echando un palomazo con Juan Zepeda o presumiendo su perfecta pronunciación en inglés y francés, buscando diferenciarse de Peña Nieto quien quedó en ridículo al tratar de dar un discurso en inglés, pensando que con eso le alcanzaría para llegar a la silla presidencial.

Y ¿qué decir de Alfaro? ¿Tendrá en otro universo un gemelo como el de Calderón, sin una ambición desmedida por el poder? Tal vez, podría ser el gato vivo de la caja, que no tuvo que matar a los otros dos, para hacerse presidente.

En fin, la idea de los universos paralelos no es una simple metáfora o un juego para divertirse sin consecuencias, es la oportunidad para pensar en los múltiples escenarios que podrían presentarse en México en función de las muchas variables que pueden cambiar la realidad política nacional, en este universo o en algún otro.

Comenta

Deja un comentario