Timón Tecnológico Industria 4.0. La tecnología mexicana, ausente en las nuevas generaciones. Autor: Octavio Fernández

Y en verdad, la expectativa de las nuevas generaciones de mexicanas y mexicanos para ser mejores que las anteriores, son actualmente de pronóstico reservado, y no por una falta de espíritu progresista, endeble voluntad o débil fortaleza propia en la búsqueda de su propia identidad y seguridad a futuro, la cual es expresada mediante una educación tecnológica competitiva, sustentabilidad económica, trabajo digno y bien remunerado, salud total, pensión decorosa, libertad de expresión, verdad sobre la razón, espiritualidad, bienestar familiar, seguridad social y otros conceptos que desafortunadamente se ven atrapados actualmente por una infinidad de concupiscencias, corrupción, estrategias tecnológicas ausentes, educación dispersa, moral destructiva, aborto, rebose de sangre, visión taxativa, egolatrías, rencores, resentimientos, deudas y revanchas, insultos, valedores gandules, pobreza extrema y soberbia –ser más que Dios– entre muchas otras causas, y esto es increíble.

Pero aún más, estas nuevas generaciones, que se pueden cuantificar de acuerdo con la pirámide poblacional de aproximadamente 50 millones de mexicanos jóvenes, que tendrán que soportar en sus hombros muchos factores esenciales de sobrevivencia generacional, con mayores costos relativos a las estructuras económicas privadas y públicas, salud, seguros, pensiones, inflación, salarios, vivienda, cambios tecnológicos, intereses financieros, cargas sociales, deuda propia y del país, economía digital, decrecimiento del PIB, aumento de adultos mayores, servicios médicos y otras consideraciones adicionales que dejan entrever claramente la progresión desafortunada de la franja de pobreza extrema de manera trepidante en los próximos 5 a 10 años, y esto no debe ser aceptable como un legado futuro creado hoy.

La tecnología de nuevo es la barca segura ante las tempestades, ejerciendo de nuevo su presencia espiritual en la prosperidad de México, todo mediante el crecimiento de empresas medianas y chicas, nuevos empleos tecnológicos, trabajo digno y bien remunerado, reducción de costes, sustitución de importaciones, productividad, digitalización de servicios públicos, aumento y confianza a largo plazo en inversiones privadas directas en el PIB, recirculación recaudatoria en inversiones de impacto PIB, reducción de gastos inocuos, parlamento libre digital, independencia privada y estatal,  comunicación clara y de valores, educación tecnológica de vanguardia, innovación productiva, desarrollo de nuevas tecnología, seguridad social, bienestar económico y social entre muchos temas más.

Finalmente, la tecnología ha demostrado su progreso en otras latitudes a través del crecimiento del propio PIB, mediante variables tangibles de desarrollo económico, no sólo local, sino en su ejecución a nivel mundial, por lo cual es evidencia de bienestar social y económico regional, y esto es un facto, potencialidad y responsabilidad de todos nosotros.

Octavio Fernández, PhD.
@admexusI4_0

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