Y en verdad, la revelación de hechos digitalizados es mucho más cierta e innegablemente visible, que más de mil millones de palabras de densidad sonora, las cuales se trasportan con el viento desapareciendo a la escinde distancia. Lo cierto en este tema de transparencia digitalizada de la información es que la tecnología digital está cada vez más consolidada en todos los sentidos, es decir, es y será la base fundamental en las acciones de verdad en la política para crear bienestar. Sin embargo, aun cuando la luz de verdad está desplegada digitalmente en el contexto de la vida diaria del pueblo, existen también las ideas históricas de supuestos pactos de vanguardia progresista, generados por el ego y la soberbia que por arrogancia desmedida y temor, siguen dando inverosímilmente de bofetadas y golpes directos al corazón de los mexicanos, quienes sufren su cruz de hambre, falta de trabajo, educación fallida, inocuos servicios de salud, pobreza extrema y otras vicisitudes. Estas no deben ser calladas, sino propagadas digitalmente y esto es lo asombroso.
Pero además, ¿qué malo es decir la verdad en el sufrimiento en el cuerpo del pueblo mexicano? ¿Por qué esconder los datos reales de verdad en la situación actual de desconsuelo? ¿Cuál es la razón por la cual existen agresiones, amenazas, autoritarismo, destrucción, muerte y otros ataques de personajes opresores que comprometen sus vidas a la oscuridad? ¿Qué culpa entonces tiene el pueblo sabio de esto? ¿Dónde está el mal de decir que el pueblo tiene hambre y pobreza?
Pues la verdad, es que nosotros tenemos mucho que ver con esta situación. Aun cuando el pueblo en el fondo de su corazón sabe de la situación y expresa su descontento, ¿por qué entonces aparecen las bofetadas, los golpes, las falsedades, las mentiras, el adoctrinamiento y otras canalladas, las cuales abusan del pueblo bueno y noble? Esto, es inaceptable.
De nuevo, la trasformación tecnológica y digital tiene como finalidad principal apoyar a la sociedad en sus necesidades, proteger el desarrollo y crear el progreso para generar la abundancia continua de bienestar social. Por ello la integración de sistemas tecnológicos y digitales en la política, la salud, la educación, la economía, el trabajo, las empresas, la industria, la comunicación y otras áreas de valor, son parte importante en el progreso intrínseco milenario de cualquier sociedad. Es imposible entender que malo tienen que ser, si cada mexicano quiere crecer para ser un buen científico, un empresario, una madre o padre ejemplar, una escritora, un periodista, un digi-político, una doctora, una maestra o maestro, un médico, un pintor, o ser simplemente un presidente aspiracioncita que genere bienestar, ¿en realidad que tiene de malo esto?… pues nada de esto es malo… es en sí la propia esencia del espíritu divino que cada uno tiene para desear, crear, generar e implementar su propio destino en libertad y sustentarlo, hoy en día a través de los nuevos sistemas tecnológicos y digitales, y esto es lo formidable.
Octavio Fernández, PhD.
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