El 6 de febrero el periódico Reforma publicó en su portada una nota que documentaba que la actual secretaria de Gobernación, la doctora Olga Sánchez Cordero, había omitido en su declaración patrimonial un penthouse de 11 millones de pesos ubicado en Houston, Texas. Este suceso inmediatamente se posicionó en la agenda mediática, y en las redes sociodigitales.
Sin embargo, Sánchez Cordero, durante su participación en la conferencia matutina del Presidente de la República, aclaró que sí lo había reportado, argumentando que dicha omisión se debió a un posible problema en el software de la plataforma de la Secretaría de la Función Pública, institución encargada de hacer públicas las declaraciones patrimoniales de los funcionarios públicos.
También en los argumentos que presentara la titular de la Secretaría de Gobernación, fue que el diario Reforma nunca la consultó previo a la difusión de la nota, argumento de gran peso dado que dentro de las reglas básicas del periodismo está que toda información antes de publicarse, debe verificarse o consultarse al o los involucrados.
Sin embargo, me pregunto, ¿qué podría haber pasado si el diario Reforma consulta un día antes a Sánchez Cordero sobre esta omisión? Me gustaría abordar esta situación desde el punto de vista digital, porque tal vez ahí encontré una posible respuesta a las posibles razones por las cuales Reforma decidió no consultar a Sánchez Cordero.
Esta regla ciertamente puede aplicarse bajo la visión de situaciones que no estén en la lógica de la era digital, hace algunos años el tema de la transparencia se difundía en informes anuales, los cuales llevaba un tiempo considerable su construcción y por supuesto su difusión, por lo regular eran un respaldo físico (impreso).
Sin embargo, en la era digital las cosas son distintas, la información que se hospeda en internet puede ser fácilmente corregida, basta con oprimir unos cuantos botones para que esta cambie. Este tipo de cosas han ocurrido en varias ocasiones, sobre todo en las redes sociodigitales donde algún comentario inapropiado se vuelve el centro de la discusión de los usuarios y por supuesto de los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y tv), muchos políticos o nativos de estos espacios han recurrido a borrar la información considerando que con eso solucionan la tormenta o crisis generada, aunque muchas veces este tipo de situaciones simplemente magnifican la situación.
Sin embargo, estamos hablando que las redes sociodigitales son un espacio donde la información que llegan a publicar sus usuarios está latente de ser vista por millones de personas en unos cuantos segundos, contrario al caso de la plataforma de transparencia de la Secretaría de la Función Pública, la cual sólo es consultada por personas que estén interesadas en el tema de la rendición de cuentas, los cuales son un sector reducido que podemos acotar a periodistas, organizaciones civiles y académicos. Y ante la inmensidad de información que existe en la plataforma de transparencia del gobierno es mucho más fácil reparar una posible omisión, propiciando que el medio de comunicación impreso al momento de difundir la información esta ya no corresponda con la realidad, y todos los usuarios y demás medios que acudan a la plataforma del gobierno observen que la información sí estaba completa y que el medio simplemente difamó al funcionario, convirtiendo esto en un problema mucho más complejo y difícil para la prensa, porque con ello el medio de comunicación difundió un artículo en primera plana que ante la mirada de los usuarios y medios de comunicación es un fake news y con ello generando que el prestigió del periódico se lapide por tan gran difamación.
Otra posible razón de la negativa de Reforma de no contactar a Sánchez Cordero fue que consideraron innecesario validar dicha información, ya que contaban con todos los argumentos para publicar el artículo omitiendo la versión del principal involucrado.
Por último, el tema de interés es el papel que está jugando actualmente la prensa en la autollamada cuarta transformación, es cierto que pese a la corrección que tuvo a bien señalar la titular de la Secretaría de Gobernación, la publicación que hizo Reforma generó que el gobierno tuviera que salir a explicar qué está ocurriendo con la plataforma de transparencia patrimonial de los funcionarios públicos, y si no hubiera sido por la publicación de Reforma el gobierno no hubiera puesto atención en los posibles errores que esté teniendo el sistema de transparencia.
Reforma corrió el riesgo de difundir la información, pese a que horas después de su difusión las redes sociodigitales posicionaron el hashtags #ReformaTodoLoDeforma donde una buena cantidad de bots (el colectivo “Lo que Sigue” @LoQueSigue_ documentó la existencia de más de un centenar de cuentas falsas posicionando el tema) comenzaron a criticar el comportamiento que ha tenido el medio de comunicación durante los primeros días del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, dicho sea de paso, en esa misma conferencia de prensa criticó el comportamiento de la prensa fifí y conservadora que se dedicaba a criticar las acciones del nuevo gobierno.
Es por ello que bajo la dinámica que actualmente se está viviendo entre el nuevo gobierno y la prensa, el actuar de esta última en materia de investigación periodística tiene que ser perfecto, ya que se enfrenta a un público que no dudará en cuestionar las críticas que llegasen a formular contra el gobierno, y por supuesto los comentarios del Presidente de México y los miembros de su gabinete.
Luis Ángel Hurtado Razo, académico de la FCPyS-UNAM
@LuisHurRa
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