Primeras dosis de vacunas de Pfizer en EU alcanzarán para el 0.9% de su población (nota de SinEmbargo)

Enfermera del Centro Médico Judío de Long Island, es inoculada con la vacuna contra la COVID-19, en Nueva York, Estados Unidos. foto: Xinhua/Wang Ying.

Por Redacción / Sin Embargo

Ciudad de México/Nueva York, 17 de diciembre (SinEmbargo).– Mañana, personal médico, Fuerzas Armadas y cuerpo técnico realizarán un ensayo general o simulacro para la gran campaña de vacunación contra la COVID-19 en México, que iniciará en Coahuila y la Ciudad de México. Así lo informó el Subsecretario Hugo López-Gatell el pasado 15 de diciembre en una conferencia. Se trata de un ensayo sin vacunas. Pfizer se ha comprometido a entregar 250 mil dosis para 125 mil personas antes de que termine el año.

Lo que no es público es cuándo entregará las primeras dosis. Pero aún así, serán apenas una probada de vacuna que cubrirá un mínimo de personas. Serán para un acto simbólico porque no hay para más. México contrató 77 millones de dosis a AstraZeneca, cuyo desarrollo se está tardando algo más de lo previsto. Y Pfizer, junto con su otro socio BioNTech, tiene ya compromisos inmediatos en Europa.

Y no hay de otra. Estados Unidos es el mejor ejemplo. El 0.9 por ciento de su población quedará vacunada cuando se acaben las primeras 3 millones de dosis de Pfizer. Está revisando la de Moderna, y eso traería un alivio. Pero de momento, lo que hay es esto: 0.9 por ciento de la población. Hay estados que han recibido apenas 12 mil vacunas. Nada más. Y hay que acostumbrarse porque ese es el ritmo que impone la producción.

Este jueves, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EU. (FDA, en inglés) calculó que su suministro inicial de la vacuna de Pfizer podría haberse expandido hasta el 40 por ciento, después de determinar que algunos viales contienen dosis extra e instar a los profesionales de salud a aprovecharlas.

Washington dijo el miércoles que se habían reservado 5.9 millones de dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, suficiente para inocular a más de 2.9 millones de personas, principalmente para que los estados y territorios comiencen a proteger a los trabajadores médicos y a los residentes de hogares de ancianos contra el coronavirus.

“Las camionetas de reparto y los aviones de UPS se desplegaron por todo el país esta semana con las primeras dosis preciosas. El gobierno federal no ha proporcionado datos sobre cuántas dosis de Pfizer han llegado a los lugares previstos ni sobre cuántas personas han recibido inyecciones. El desarrollo, estudio y aprobación de la vacuna se llevó a cabo en un tiempo récord, pero también fue solo el primer paso de un largo proceso para poner fin a la pandemia. La campaña de vacunación es la más ambiciosa en la historia de Estados Unidos, y producir suficientes dosis, enviarlas a los lugares correctos y convencer a suficientes personas para que las tomen promete ser una movilización larga y complicada”, dice esta mañana The New York Times.

“Esta primera ola de envíos vacunará a menos del 1 por ciento de la población del país y cubrirá solo una fracción de los 21 millones de trabajadores de la salud y los tres millones de residentes de centros de atención a largo plazo que están en primer lugar”, agrega el diario.

Los reguladores podrían aprobar una segunda vacuna, desarrollada por Moderna, en los próximos días. La vacuna Pfizer requiere un régimen de dos dosis, tomadas con tres semanas de diferencia. Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, a los estados y un grupo de agencias federales se les han asignado más de 2.9 millones de primeras dosis, seguidas de cerca por otros 2.9 millones.

A cada estado se le otorgó una cantidad de vacuna aproximadamente en proporción a su población. A Chicago, la ciudad de Nueva York y Filadelfia se les asignaron dosis por separado de sus estados. Y algunos estados, como Alaska, Dakota del Norte y Utah, recibirán un suplemento para los gobiernos tribales que hayan elegido recibir sus vacunas a través del estado, en lugar de hacerlo a través del Servicio de Salud Indígena federal.

Pero todo esto tomará tiempo.

El 14 de diciembre pasado, el Presidente mexicano mostró una cierta preocupación por el ritmo de entrega de las vacunas a México. Por primera vez pareció preocupado por los convenios que se hicieron con farmacéuticas y laboratorios internacionales. Andrés Manuel López Obrador pedía a la población no descuidarse en los siguientes días, considerados por algunos cruciales por las fiestas de fin de año.

“Las reuniones familiares ahora hacerlas en casa, sólo con los que vivimos; la familia más grande, que esperemos, porque la costumbre pues es los abuelos, los hijos, los nietos y somos también de familias muy extensas, muy grandes. Por lo pronto, esperemos estos días, nos cuidamos y ya vamos a salir”, dijo.

Pero luego agregó: “Y además ya viene la vacuna. Estamos haciendo todo un esfuerzo, una gestión para que lo más pronto posible se tenga la vacuna. Estamos dedicados a eso, a que se empiece a vacunar ya desde este mes. Como se comprenderá, hay mucha demanda de la vacuna en el mundo. Nosotros con tiempo reservamos, hicimos convenios; ahora lo que queremos es que nos cumplan con los convenios, porque hay farmacéuticas que tienen mucha demanda y se hicieron convenios, y ahora lo que queremos es que se hagan válidos, que en tiempo y en forma y en presupuesto se cumpla y en eso estamos”.

Y no hay de otra. En Estados Unidos, el trabajo para distribuir la vacuna llega en uno de los momentos más oscuros de la pandemia. Más de 300 mil personas allá han muerto después de contraer el virus.

Cada día se anuncian casi 2 mil 500 muertes, la mayor cantidad de cualquier punto de la pandemia. Y los informes de nuevos casos se mantienen cerca de niveles récord, con más de 200 casos en promedio cada día.

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