Memorias difíciles, memorias fáciles. Autor: Federico Anaya Gallardo

Catarino E. Garza (imagen tomada de Wikipedia)

No estaba yo seguro del camino que seguiría mi reflexión acerca del recuerdo mexicano del Affaire Dreyfus hasta que, el pasado miércoles 14 de febrero de 2024, leí en Twitter/X un trino del ciudadano Carlos A. Pérez Ricart (n. 1987, @perezricart) en el que se puede leer lo que sigue: “Ante la actual crisis de desaparecidos y cientos de cuerpos sin recuperar del periodo de Guerra Sucia, la prioridad presidencial es el rescate de los restos de un revolucionario decimonónico. Nunca lo entenderé.” (Liga 1.)

El ciudadano Pérez Ricart se dolía que se hacen esfuerzos impresionantes para localizar los restos del patriota anti-porfirista Catarino E. Garza, muerto en los límites entre Costa Rica y Panamá durante su exilio. El Senado acaba de autorizar una comisión de expertos civiles y militares que viajarán a Centroamérica con ese fin.

Primero, cuatro comentarios acerca del tuitero. El ciudadano Pérez Ricart es uno de los cuatro miembros independientes del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH) que forma parte de la Comisión [Presidencial] para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990 (Comisión de la Verdad sobre la Guerra Sucia o COV-GS). Fue seleccionado para las tareas del MEH –entre otras razones– por su preparación académica. Es licenciado en Relaciones Internacionales por El Colegio de México y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Libre de Berlín. Enseñó Historia en la Universidad de Oxford y hoy en día es profesor-investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). En 2022 publicó en Debate Cien años de espías y drogas: La historia de los agentes antinarcóticos de Estados Unidos en México y es colaborador de SinEmbargo –un medio independiente y de izquierdas– adonde participa todos los viernes (a las diez de la noche) en el programa “Radicales” adonde aborda temas de interés social y político junto con Héctor Alejandro Quintanar Pérez (n.1985, académico de la Fac de Ciencias Políticas en la UNAM) y los periodistas Álvaro Delgado Gómez (n. 1966) y Alejandro Páez Varela (n. 1968).

Segundo, la circunstancia y antecedentes del ciudadano Pérez Ricart contrastan con el fatalismo que cierra su trino (“Nunca lo entenderé”) porque la función social de las y los académicos es entender y ayudarnos al resto de la sociedad a entender. El oscuro cierre del trino es, por supuesto, consecuencia de la misma red social que exige a sus usuarios reducir al máximo sus textos. Pero el cierre también refleja el desencanto del ciudadano Pérez Ricart con la actual circunstancia del MEH. El 1 de diciembre de 2023, en una entrevista con Ana Francisca Vega de MVS Noticias, Pérez Ricart comentó críticamente una reestructuración burocrática en la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) que eliminó dos terceras partes del equipo que apoyaba a la COV-GS. (Liga 2.) ¡Pero mandamos una comisión a buscar a un héroe decimonónico en Centroamérica!

Pérez Ricart no está solo en el desencanto. Ernesto Ledesma Arronte publicó un duro artículo en RompevientoTV el jueves 15 de febrero de 2024 en el cual se lamentaba de los ataques del presidente López Obrador en contra de los centros de derechos humanos jesuitas que han acompañado a las madres y padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. (Liga 3.) El lunes 19 de febrero siguiente, en la mesa de abogados de Momentum Ledesma, David Peña y quien esto escribe discutimos el artículo de Ernesto.

Antes de empezar la mesa de abogados, Momentum transmitió dos entrevistas realizadas por Violeta Núñez a manifestantes en la concentración rosa del Zócalo el domingo 18 de febrero de 2023. En una de ellas, un hombre llamado Ignacio, quien dijo ser ingeniero mecánico electricista y abogado, repitió puntual todas las fake news que se han desperdigado en las últimas semanas en contra del presidente López Obrador. Ignacio afirmaba con denuedo y convicción que esas noticias falsas eran “pruebas” de la verdad. Ese discurso de Ignacio como “verdadero creyente” resultó relevante cuando debatimos el artículo del ciudadano Ledesma. A continuación, retomo uno de mis argumentos, puliéndolo ligeramente. (Ese programa de Momentum puedes verlo en la Liga 4. Mi intervención está entre el minuto 3:33:00 y el 3:42:00.)

¿Por qué se han detenido las investigaciones de las comisiones de la verdad? Ledesma lo dice muy bien en su artículo. Sucede que con el Ejército hemos topado. Yo agrego: todos hemos topado, incluido el presidente de la República. En lo que queda del sexenio obradorista será difícil avanzar más porque la puerta está cerrada. Pero está cerrada en Lomas de Sotelo, en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Uno asume una especie de magia especial de la Presidencia de la República Mexicana. Suponemos que si decimos “Comandante Supremo” el primer mandatario –que ha sido un civil desde 1946– entonces las órdenes de esa persona son efectivamente “supremas”. Sin embargo, la realidad bien documentada históricamente, caso por caso, nos dice otra cosa.

Las dos comisiones de la verdad, la COV-GS en que trabaja Pérez Ricart y la COVAJ sobre Ayotzinapa tienen varios puntos en común. Uno de ellos es que en Guerrero el Ejército sigue hoy día peleando la Guerra Sucia como si aún estuviéramos en los 1970. El Ejército Mexicano ve a los chicos de la Normal de Ayotzinapa como el enemigo comunista al que hay que destruir. Y esto explica por qué en su información al presidente demonizan a los padres que “no cooperan” y consienten a los que sí cooperan. Antes, a los enemigos comunistas los destruían directamente. Ahora los destruyen a través del crimen –que a veces es organizado y a veces es desorganizado. Por algo el Ejército tiene tanta información que le deniega o pichicatea a las comisiones de la verdad.

Gracias al subsecretario Encinas y al GIEI tenemos claro que falta que el Ejército entregue ochenta folios que están mencionados en otros folios que sí se entregaron y que están en la investigación. Cuando se fue Encinas, entregó unos 20 de esos folios faltantes, demostrando que sí existen. Existen en la Sedena y el problema es que la Sedena ya tomó la decisión –más allá de lo que le diga su Comandante Supremo– de obstruir el acceso.

Esta desobediencia no la discutimos directamente. Igual –por cierto– que no discutimos que todos los acusados militares por violaciones graves a los derechos humanos (empezando por el Affaire Ayotzinapa pero incluyendo las varias ejecuciones realizadas recientemente por los Dragones Urbanos de Nuevo Laredo) llevan su prisión preventiva ¡en prisiones militares cuando deberían estar en una cárcel civil!

El problema es el Ejército y es un problema que ha estado allí desde 1946. El pacto cívico-militar le aseguró a los militares mexicanos impunidad a cambio de que ellos ya no buscasen ser presidentes de la República. Suena que es historia antigua pero es historia moderna. De hecho, la estamos viendo en vivo.

El problema no es el Ejército como institución. Andrés Manuel lo ha dicho muchas veces. Encinas también lo aclaraba a cada rato. Cuando un elemento del Ejército –no importa que sea soldado, oficial o general– comete un error, o comete un crimen, tenemos que procesarlo y tiene que haber justicia y no debe haber impunidad. De otra manera, el Ejército como institución queda manchado. Perdónenme romper un mito: Ayotzinapa no es un crimen del Ejército como institución. Es un crimen de Estado cometido por militares quienes, en su afán de quedar impunes, están destruyendo una institución esencial para la República. La única manera de salvar a la institución es haciendo justicia.

¿Por qué es tan complicado discutir este asunto? … Porque en la plaza pública las cosas se polarizan. Observa, querida lectora, cómo debate el ingeniero-abogado Ignacio, de la manifestación rosa. Allí, en la plaza mítica, estamos discutiendo con mitos de un lado y mitos del otro. Y uno de los peligros de discutir mitos es que nos alejan de las cosas reales. Lo real es que el Ejército tiene en su plana mayor personas que son responsables de crímenes y de violaciones de derechos humanos –quienes hacen todo lo posible por defenderse y no se dan cuenta que están destruyendo su propia institución. Si sólo decimos que el problema es el presidente recreamos el mito de que el Primer Mandatario (así con mayúsculas) es Todopoderoso. Y eso oculta la realidad.

No. este presidente es un presidente republicano y democrático y, por lo tanto, es un presidente débil. (Por eso tiene que estar en su Bully Pulpit de La Mañanera todos los días.) Y por eso cae en contradicciones y en las paradojas de las que se dolió Pérez Ricart en su entrevista con MVS Noticias.

Si sólo discutimos en mitos no vamos a llegar a ningún lado. El campo quedará dividido en dos partes y solamente habrá dos opciones: O estamos con Andrés Manuel o estamos en contra. Para salvarnos de esa trampa tenemos que regresar a la realidad y decir cuál es el problema: El Ejército Mexicano ¡y no es que queramos destruirlo! ¡Queremos limpiarlo! Si no lo limpiamos van a seguir haciendo lo que han estado haciendo los últimos setenta años: vivir en la impunidad.

Titulé este artículo “Memorias difíciles, memorias fáciles” porque rescatar los restos de Catarino E. Garza es más sencillo que rescatar a las víctimas del Ejército Mexicano en la Guerra Sucia y en Ayotzinapa. El Ejército de la República Restaurada (luego porfirista) fue disuelto en Teoloyucan en el glorioso y revolucionario agosto de 1914. Buscar a sus desaparecidos no afecta a nadie. En cambio, el Ejército Mexicano que nació precisamente en aquellos años de insurrecciones campesinas es el que tenemos con nosotros. Sigue aquí, gozando de fuerza y prestigio. Sus desaparecidos son la prueba de su traición histórica a la Revolución Mexicana. Por eso son una memoria difícil.

La sociedad humana avanza a través de sus contradicciones. Así es la dialéctica social. La paradoja de López Obrador creador de las comisiones de la verdad y el Alto Mando militar que no le obedece cabalmente es una de esas contradicciones. Debemos discutir la paradoja abiertamente, con detalle y con verdad. Sólo así salvaremos a nuestra Nación y a nuestro Ejército –como nuevos y leales dreyfusards.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://twitter.com/perezricart/status/1757928738002768108

Liga 2:
https://mvsnoticias.com/entrevistas/2024/1/12/relacion-de-derechos-humanos-gobierno-federal-no-estaria-en-su-mejor-momento-carlos-perez-ricart-622180.html

Liga 3:
https://www.rompeviento.tv/4t-cual-es-el-limite-de-la-lealtad/

Liga 4:
https://www.youtube.com/watch?v=wjBURMpJnmg

Comenta

Deja un comentario