Una semana después del escándalo provocado por el ceremonial en Perote, la República se enteró que había concluido una importante batalla en la guerra por la definición de las relaciones cívico-militares en México. Alejandro Encinas Rodríguez dejó la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la secretaría de Gobernación federal. Desde hace más de un año quedaba claro que había un ataque desde la secretaría de la Defensa Nacional en contra de la subsecretaría civil.
La batalla
Durante La Mañanera del 29 de septiembre de 2022, Ernesto Ledesma (Rompeviento TV) preguntó al presidente López Obrador: “¿por qué se está permitiendo desde su gobierno que la Secretaría de la Defensa Nacional se lance en una campaña contra el subsecretario Alejandro Encinas?… yo comparto la visión de usted que [de que Encinas] es un hombre que ha hecho un trabajo muy pesado y es un tipo con una integridad probada. Y de pronto está sometido a una presión muy, muy fuerte, pero ya no hablo de personas ajenas, sino al interior de su gobierno, y no hablo de una instancia menor, sino hablo del secretario de la Defensa Nacional, hablo de la Sedena.” Más adelante, Ernesto habló de un “embate de la Sedena contra el subsecretario Encinas”. (Liga 1, versión estenográfica; Liga 2, video.)
El primer mandatario respondió puntual a esta cuestión: “Y ni hay campaña en contra de Encinas. Encinas tiene todo nuestro apoyo. Y, bueno, si hay campaña en contra de Encinas, hay campaña en contra mía. / Y todo lo que resiste, apoya. Vuelvo aquí a citar al dirigente … panameño que logró la independencia, Torrijos (Omar), un gran dirigente, que decía: ‘El que se aflige, se afloja’. / Entonces, estamos hablando de insultos y de… No, aquí no es para tener la piel de gallina, con todo respeto a las gallinas.” (En el video, Liga 2, 2:33:00 a 2:34:15)
La narrativa
Hace trece meses, una parte mayor del escándalo cívico-militar era que la Sedena hubiese facilitado una entrevista del periodista Jorge Fernández Menéndez con José Rodríguez Pérez quien fuera –la noche de la violencia asesina contra los normalistas de Ayotzinapa– el coronel comandante del 27 Batallón de Infantería estacionado en Iguala. La entrevista salió al aire el 23 de septiembre de 2022 en TV Azteca en su programación de Canal 40 (“Todo Personal”) y puede consultarse aún en la cuenta YouTube de ADN40. Al principio del programa, vemos al reportero frente al portón de la prisión militar de la 1ª Región Militar, en Lomas de Sotelo, Ciudad de México. Fernández Menéndez nos explica: “Estamos en el Campo Militar Número Uno, en la prisión militar … Como usted sabe, lo hemos platicado en muchas ocasiones, presentaron distintas acusaciones a partir del informe que presentó el subsecretario de gobernación Alejandro Encinas contra distintas personas. Pero, sobre todo, contra algunos elementos del Ejército Mexicano; acusaciones que desde nuestro punto de vista –que lo hemos dicho en muchas oportunidades– son infundadas y que no están sustentadas en prueba alguna.” (Liga 3, minutos 0:06-0:40.)
En su entrevista con Rodríguez Pérez, Fernández Menéndez (y TVAzteca) se aseguraron de que el militar pudiese manifestar su punto de vista, y por qué considera que es inocente de los cargos que le imputan. Pero el hoy general (en retiro) fue prolijo. Nos explicó a la ciudadanía que, una vez enterado de las acusaciones en su contra, “de inmediato me puse a disposición de mis superiores para ver qué es lo que íbamos a realizar en esta imputación que, realmente, no es de verdad lo que se está señalando de mi persona. Por lo que, junto con mis subordinados, procedimos a entregarnos, no entregarnos, sino a presentarnos con nuestras autoridades para que ellos nos digan cuál es el procedimiento.” (Liga 3, minutos 2:44-3:12.)
Esta abierta declaración de Rodríguez Pérez nos retrata con mucha claridad quién es el sujeto central que usa la narrativa de la “no-responsabilidad” militar. No se trata de uno o varios individuos, sino de un colectivo: el cuerpo armado, el Ejército Mexicano.
El contexto
Se trata del mismo sujeto colectivo que causó problemas a su Comandante Supremo en Perote hace quince días, cuando diseñó un protocolo ceremonial en el que presidente necesariamente tendría una crisis de relaciones públicas. (Liga 4.) Ese mismo sujeto colectivo ya había causado un problema al presidente en el verano de 2022, cuando al abrirse (¡al fin!) las puertas del Campo Militar Número Uno (Lomas de Sotelo, Ciudad de México) a las víctimas de la Guerra Sucia, el general-secretario Luis Cresencio Sandoval González sugirió en su discurso que habría que rendir homenaje también a los militares caídos en esos hechos históricos.
En esta ocasión, la narrativa de la “no-responsabilidad” militar se amplía para recordar que, durante la Guerra Sucia hubo en realidad un enfrentamiento entre dos fuerzas armadas. Por supuesto que el Ejército Mexicano le niega a las fuerzas armadas insurgentes que enfrentó (y venció) ese carácter, pero exige que a él mismo se le reconozca el carácter de fuerza beligerante. Se trata de una falla grave de la narrativa –pero así son los discursos humanos, contradictorios. Si los miembros del Ejército Mexicano caídos en la Guerra Sucia merecen un homenaje, igual debemos reconocer y recordar a las y los guerrilleros que confrontaron al Ejército Mexicano.
Lo anterior es la materia central de las dos comisiones de la verdad creadas por la Administración López Obrador. Una, la mayor y más estructural, es la “Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990” (conocida como CoVEH, subrayando la idea de esclarecimiento histórico). Su decreto de creación se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 6 de octubre de 2021. (Liga 5.)
La otra, más específica pero más urgente y dolorosa, es la CoVAJ o “Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa”. Su decreto de creación es muy anterior al de la CoVEH, pues se publicó en el Diario Oficial de la Federación apenas en el cuarto día de gobierno, el 4 de diciembre de 2018. (Liga 6.)
Los límites de la narrativa
Las dos comisiones de la verdad creadas por el presidente López Obrador parten de una premisa dura: las fuerzas armadas han estado siempre subordinadas al mando civil. Por lo mismo, la responsabilidad límite recae siempre en la Presidencia de la República. Esto es, en mi opinión, un posicionamiento pararrayos que asegura a las instituciones militares (como colectivos legalmente constituidos) una última pero eficaz salida. Sin embargo, para llegar al pararrayos, las fuerzas armadas deben abandonar su narrativa de no-responsabilidad y recordar que para sobrevivir las instituciones deben depurarse y determinar quiénes entre sus filas quebrantaron el deber de obediencia… pero la obediencia estructural: a la Constitución, no al superior jerárquico.
Por ello, cuando el 22 de junio de 2022 la CoVEH acudió al Campo Militar Número Uno para señalar la apertura de los archivos militares, López Obrador reconoció que se trataba de “cerrar una etapa, una historia negra de sufrimiento” en la cual hubo quienes “lucharon por una patria justa, libre, independiente”, las y los guerrilleros. El problema es que, pese a luchar por objetivos protegidos por la Constitución, las y los rebeldes no tuvieron la posibilidad de hacerlo “más que con los métodos que podían llevar a cabo, con las movilizaciones y en algunos casos también con las armas, porque no había manera de buscar una transformación, un cambio, de hacer valer la justicia ante el predominio de un régimen autoritario, antidemocrático.” (Liga 7.)
En aquella ocasión, este presidente, quien fue electo democráticamente luego de conformar desde abajo un amplio movimiento popular, reconoció quiénes tenían la Historia de su parte. Y no eran los militares que reprimieron a las guerrillas, sino las y los rebeldes. Andrés Manuel dijo que esos luchadores y luchadoras “afortunadamente … no se rindieron, continuaron luchando y gracias a ellos ahora estamos, repito, viviendo una etapa nueva en la historia de nuestro país.”
Y, como para que no quedase duda acerca de su opinión sobre el punto, inmediatamente después de reconocer a los luchadores (a los guerrilleros), el presidente recordó que durante aquella lucha (que hoy llamamos Guerra Sucia), él estaba estudiando en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM… adonde en 1973 debatieron la crisis que llevaría al Golpe de Estado pinochetista en Chile a la luz de El Estado y la Revolución de Lenin (1917). Recordó López Obrador que el líder bolchevique “con mucha claridad … establece de que no se podían los cambios estructurales sin un movimiento armado”.
Por eso, Andrés Manuel siguió exponiendo, en septiembre de 1973 le “dolió mucho cuando me enteré del derrocamiento del presidente Allende”, porque “fue de los pocos que confió en que se podía llevar a cabo una transformación por la vía pacífica y democrática, por eso fue varias veces candidato a la Presidencia de Chile.”
López Obrador y millones junto a él, desde 1973 y hasta ahora, apostamos a la vía democrática. Pero no podemos desentendernos de la justicia que amparaba a quienes optaron por la vía armada. Este tema espinoso es el que esconde la narrativa de la no-responsabilidad de los militares. Si sólo se tratase de obediencia debida, el pararrayos presidencial debería tenerlos tranquilos. Pero no es el caso.Ellos han justificado la represión porque creyeron –y siguen creyendo– que defendían a la sociedad mexicana de la “amenaza comunista”. (Esta es la liga que une, en el bando militar, las tragedias de la Guerra Sucia y de la Noche de Iguala.)
Más allá del argumento de la obediencia debida, los militares mexicanos siguen pensando que eran paladines de una causa justa. Las dos comisiones de la verdad han documentado lo contrario. Concluye una batalla con la salida de Alejandro Encinas Rodríguez de este gabinete presidencial. Su incorporación a la campaña presidencial de Morena en 2024 es una esperanza.
Recordemos: sigue la guerra por definir la nueva relación entre civiles electos democráticamente y unas fuerzas armadas heredadas del régimen autoritario de la postrevolución. (Advertencia: son las mismas fuerzas armadas, en estos temas no cabe hacerse ilusiones.)
Ligas usadas en este texto:
Liga 2:
https://www.youtube.com/watch?v=um2ifMszGPg
Liga 3:
https://www.youtube.com/watch?v=OjBeZCg4Xq0
Liga 4:
https://julioastillero.com/la-trampa-del-ceremonial-autor-federico-anaya-gallardo/
Liga 5:
https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5631865&fecha=06/10/2021#gsc.tab=0
Liga 6:
https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5545622&fecha=04/12/2018#gsc.tab=0