Contenido original de Carlos Jiménez.
Desde el 6 de noviembre, Javier, un estudiante menor de edad, permanece en la cama de un hospital. Un ladrón le disparó para asaltarlo cuando regresaba a casa. Los médicos tuvieron que amputarle una pierna para salvarlo, pero en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), nadie lo ayuda.
El personal de la Fiscalía de Iztapalapa, le dice a su familia que pregunte entre los vecinos del lugar si alguien vio algo, o si alguna cámara grabó al agresor.
“Nos dicen que vayamos viendo si podemos aportar algo a la investigación. Que ellos van a checar, pero que si le vamos adelantando con algo se puede resolver más rápido el asunto”, relata un familiar de Javier.
La inacción del personal de la Coordinación territorial Iztapalapa 9, es tal, que fue la familia del menor, la que acudió al punto de la agresión y recuperó ahí, el casquillo que lo lesionó.
Javier tiene 16 años, estudia en el Bachilleres 7. El miércoles, un hombre quiso asaltarlo cuando caminaba por la Colonia Ejidos de Santa Martha.
Aquel sujeto sacó una pistola le dio un balazo y escapó. La bala le atravesó la pierna.
Al menor lo llevaron al Hospital Regional 2 del IMSSS. Ahí presentó algunas complicaciones y los médicos tuvieron que amputarle una pierna. Ahí permanece en observación.
Mientras unos familiares están con él, otros buscan pistas para dar con su agresor.
“En la Procuraduría apenas si nos hacen caso, y cuando nos reciben, nos dicen que están trabajando y nos preguntan si hemos hallado algo que les pueda servir”, platica su prima.
Con información de https://www.c4noticiasmx.com.mx/ autorizada por Carlos Jiménez.
