En estos días se ha tenido la impresión de que este movimiento ha crecido, sin duda que sí, sin embargo, veamos qué significa que ha crecido puesto que es de llamar la atención la pobreza de argumentos que hay en algunos de sus adeptos, perdón, miembros; pues al inquirirlos meramente repiten consignas y frases hechas sin ningún tipo de convencimiento real.
La libertad de expresión hoy más que nunca es indispensable, y que las personas manifiesten su inconformidad con el actual gobierno es también necesario, lástima que este movimiento lejos de velar por el bien común, está simplemente respondiendo a la falta de ingresos fraudulentos de esos que mueven los hilos de ese movimiento.
Es funesto ver cómo tantas personas en verdad confían y creen que están peleando su derecho a disentir y creen que están haciendo algo por generar un cambio en su país, sin embargo lo más lamentable es que están siendo parte de una mecánica ya conocida de simulación en la que alguien en suma poderoso mueve los hilos y ofrece financiamiento para derrocar un gobierno y Andrés Manuel es suficientemente incómodo para esos personajes a quienes les ha quitado privilegios. Y como era de esperarse, están manipulando toda la información para hacer sentir a las personas inseguras y temerosas ante su propio porvenir. Andrés Manuel ha vuelto a ser “un peligro para México” y quienes lo creen son aquellos que como muchos, también se han visto muy afectados en sus ingresos pero que no priorizarán el bien común ante su propia comodidad.
Muchas son las cosas que sí han venido a cambiar con la actual administración pero lamentablemente la comunicación del presidente ha sido muy mal llevada, dan a saber lo que no habrá más pero no dicen lo que sí habrá. De ahí que haya una impresión de que se va marcha atrás en las acciones del gobierno. Sin embargo, tampoco estoy de acuerdo en algunas decisiones, pero no por ello me pondré de radical a maldecirlo y sacar toda mi frustración ciudadana.
Lo que quiero decir con esto, es que no estamos en situación de generar más odio sino mas bien ver de qué modo se apoya a quien tiene la presidencia. Los adeptos de FRENA con peculiar soberbia dicen que lo quitarán como el empleado del pueblo que es, bien, que lo hagan (si pueden) pero ¿quién quedaría en su sitio? ¿quién sería el afortunado? Tan absurdo su proceder como su líder.
Si en verdad hay una preocupación genuina por el país y por todos los que conformamos México, lo más sabio sería que aquellos que consideran tienen mejores ideas y harían mejores las cosas, pues hagan llegar sus ideas y propuestas al gobierno. Se supone que de eso va la democracia, este concepto tan manoseado, tan tergiversado y tan poco comprendido. Pues democracia no implica andar sólo de argüendero, maldiciendo y generando odio por doquier. Democracia es hacer valer nuestros derechos como ciudadanos pero para ello hay que conocerlos, reconocerlos y comprenderlos, así como nuestros deberes, sin embargo, la ignorancia es mucho más cómoda, obedecer a aquellos que dicen que saben es mucho más fácil, pero los estragos para el país serán más lamentables. Aplaudo sin duda las diferencias pero lo que nunca apoyaré son las divisiones.
