Enrique Dussel ha muerto. Su praxis vive. Autor: Federico Anaya Gallardo

Fue el pedagogo Francisco Argüelles Paz y Puente quien me llevó a una clase de su profe Dussel en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Estaban terminando los 1980 y el CEU había detenido las reformas de Carpizo en una huelga de apenas dos semanas. Toda la comunidad se preparaba para el Congreso de 1990. Pero el curso no trataba de eso. Dussel analizaba la Lógica de Hegel, así que mi primer atisbo de él fue explicando aquello de Ser-Nada-Devenir: “El puro ser y la pura nada es lo mismo” y que la verdad sería el “movimiento del inmediato desaparecer del uno en el otro” –el devenir. (Liga 1.) No terminé de entender bien entonces, que tenía 23 años. Sigo sin entender bien ahora, a mis 58. Pero ese primer atisbo me dejó impresionado. Dussel sí entendía y lograba transmitir ese entender a sus estudiantes en Filos –quienes se quebraban la cabeza tratando de hacer entender algo a mi pobre cerebro de abogado. Fracasaron. La Lógica de Hegel sigue estando más allá de mi horizonte.

Eso sí… aprendí dos cosas más sencillas. Un verbo: subsumir. “Incluir algo como componente en una síntesis o clasificación más abarcadora” según los académicos monárquicos. “Incorporación en la totalidad” aclaraba Dussel.

Y un concepto: Otredad. En aquella clase que te cuento, lectora, Dussel lo explicó muy didácticamente. Pero en su Filosofía de la Liberación (1976) aquella lección venía expuesta paso a paso con mucho más detalle. Ese librito me lo llevé (edición de la Asociación de Filosofía y Liberación, AFYL, de 1989) a la Universidad de Georgetown en 1991. Y allá, a las orillas del Potomac, la explicación tuvo mucho más sentido.

Dice Dussel: “El centro es; la periferia no es. Donde reina el ser, reinan y controlan los ejércitos del César, del emperador. El ser es; es lo que se ve y se controla” (Filosofía de la Liberación, 1.1.5.2. Puedes consultar el PDF completo en la Liga 2.) Allá en Washington, yo leía esto al lado de los bien conocidos versos del nicaragüense Rubén Darío: “Los Estados Unidos son potentes y grandes. / Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor / que pasa por las vértebras enormes de los Andes.” (A Roosevelt, 1904.)

Sigue Dussel: “El otro se revela realmente como otro … en toda la acuidad [agudeza, dureza] de su exterioridad, cuando irrumpe como lo más extremadamente distinto, como lo no habitual o cotidiano, como lo extraordinario, lo enorme (fuera de la norma), como el pobre, el oprimido; el que a la vera del camino, fuera del sistema, muestra su rostro sufriente y sin embargo desafiante: -‘¡Tengo hambre!, ¡tengo derecho a comer!’-. El derecho del otro, fuera del sistema, no es un derecho que se justifique por el proyecto del sistema o por sus leyes. Su derecho absoluto, por ser alguien, libre, sagrado, se funda en su propia exterioridad, en la constitución real de su dignidad humana. Cuando se avanza en el mundo, el pobre, conmueve los pilares mismos del sistema que lo explota. Su rostro (pnim en hebreo, prósopon en griego), persona, es provocación y juicio por su sola revelación.” (Filosofía de la Liberación, 2.4.4.2.)

Cuándo estamos en el Centro-que-dicta-el-Ser, ¿cómo reaccionamos ante el grito del pobre que nos dice que tiene hambre y tiene derecho –igual que nosotros– a comer?

Dice Dussel: “El otro, el pobre en su extrema exterioridad del sistema, provoca a la justicia; es decir, llama (-voca) desde delante (pro-). Para el sistema de injusticia ‘el otro es el infierno’ (si por infierno se entiende el fin del sistema, el caos agónico). Por el contrario, para el justo el otro es el orden utópico sin contradicciones; es el comienzo del advenimiento de un mundo nuevo, distinto, más justo. La sola presencia del oprimido como tal es el fin de la buena conciencia del opresor. El que sea capaz de descubrir donde se encuentra el otro, el pobre, podrá, desde él, efectuar el diagnóstico de la patología del Estado.” (Filosofía de la Liberación, 2.4.4.3.)

Así en la geopolítica mundial como en la República Mexicana y en la política del día a día, en cada región y en cada comunidad. Buenas lecciones, ¿verdad? Pero para mí, Enrique Dussel seguía siendo sólo el potentísimo pensador y el magnífico profe de Filos. Quienes lo malquerían le decían “El Profeta” porque en aquellos tiempos su barba era larga y su actitud era la de un nuevo Elías… cosa que siempre ha sacado ronchas en este país que se dice laico. Aparte, hablaba seguro de sí mismo, consciente de la originalidad de sus aportes. Quienes lo malquerían se acordaban de varios chistes sobre los argentinos y su ego… porque don Enrique nació en La Paz, Mendoza, Argentina; y aunque en México la sociedad le acogió solidaria, el mal gobierno le hizo dificilísimo alcanzar la nacionalización. Murió argentino y mexicano, pero era nuestro-americano.

Volví a ver a Dussel en 1996 en Chiapas. Estaba yo de abogado del centro de derechos humanos Fray Bartolomé de Las Casas. Sucedió entonces que jTatic Samuel invitó a Dussel a unos encuentros en San Cristóbal. Me quedé admirado. Dussel callaba y escuchaba lo que las catequistas y diáconos indígenas explicaban. No daba cátedra. Oía atento. Tenía sentido. El deber del filósofo era escuchar aquellas provocaciones a la Justicia que venían desde la absoluta exterioridad del Otro oprimido (indígena, campesino proletarizado y excluido, mujer, joven sin futuro). Al reconocer la igualdad del Nosotros con esos Otros uno descubre que juntos podemos y debemos construir algo distinto. Pasar del simple diagnóstico de la patología del Estado a la construcción de algo nuevo.

Luego me contaron que Samuel Ruiz y Dussel llevaban colaborando muchos años y que Enrique (así le decían los agentes de pastoral más veteranos) siempre escuchaba atento. Si el ego de los argentinos es tan grande como cuentan los chistes, imagínate lectora el mérito de auto-controlar un ego brillante y magnífico como fue el suyo. La Otredad es algo grande e impresionante, en verdad. Entregarse al Otro y luchar con él por la Justicia es una hazaña que merece ser recordada. Tal vez por esto es que don Enrique recordaba con especial cariño el día en que le dieron, allá en Bolivia, su poncho rojo en una organización de base indígena. Él no era “el pensador”, ni “el asesor”, y menos “el doctor”. Era uno más de los ponchos rojos.

Mis veredas no se cruzaron con las de Dussel por una larga temporada. Unos trece años más tarde (allá por 2008) acudí a una conferencia que dio en el Colegio de San Luis. Don Enrique expuso los puntos generales de sus 20 Tesis de Política (2006) y de su entonces recién publicada Política de la Liberación (2007). Lo que más me impactó fue que la izquierda haya dedicado tan poca atención al problema específico de la política y del liderazgo en política. Dussel entró a ambos temas y desarrolló –otra vez a la vista de lo que la Otredad hacía– la idea del poder obedencial. Nos decía que, cuando el neo-zapatismo chiapaneco habló de mandar obedeciendo había atinado en el centro del blanco. La praxis del poder por parte de quienes ejercen el mando sólo se justifica cuando se usa en representación y en favor del colectivo que les ha designado. Pero hay más. El partido leninista toma el poder y lo ejerce en favor del proletariado –pero en cuanto vanguardia no requiere estar en contacto con las y los proletarios. El poder obedencial dusseliano nace de abajo, se alimenta de abajo y retorna abajo para corroborar si su praxis es correcta. Y en ese retorno a la Otredad de los oprimidos, se construye mejor la alternativa política radical.

Cinco años más tarde, en 2013, la comunidad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) confrontó y detuvo el intento de su rectora Esther Orozco Orozco de imponer un mando vertical y autoritario en esa institución. Estudiantes, profesoras, trabajadores se organizaron y vencieron. Revocaron el mandato de la rectora y de todos los altos funcionarios. Nombraron nuevos. El ciudadano Enrique Domingo Dussel Ambrosini ocupó la Rectoría de la UACM. A mí me nombraron Abogado General.

El filósofo que escuchaba catequistas en Chiapas, que aprendía del EZLN, que reflexionaba y proponía tesis filosóficas, políticas y éticas entraba ahora a ejercer el poder.

Fue un magnífico Rector porque fue congruente con su vida. Mandó obedeciendo. No fue fácil. La política nunca lo es. Un día me visitó en mi oficina. Tomamos té y café. Yo había mandado hacer unas tazas con imágenes de la Guerra Civil Inglesa en que se mostraba la ejecución del rey Estuardo. Dussel me preguntó por qué. Le dije que era para recordar lo que ocurre cuando desobedecemos al Parlamento. Se rió pícaro y retomó sus ideas del poder obedencial.

Las relaciones con el Consejo Universitario eran complejas. Y a veces, tensas. En una ocasión estábamos en la reunión semanal de coordinadores. Explico: Todos los mandos de la universidad nos reuníamos alrededor de una mesa cada semana. Una buena idea que no debería olvidarse. Miguel Ángel Godínez Gutiérrez, el coordinador de Difusión Cultural de entonces lo ha recordado en un post en Facebook –adonde pone una foto de Dussel en una de esas reuniones. (Liga 3.)

Esa tarde, alguno de los compañeros sugirió que nuestro primer deber era apoyar al Rector Dussel y mantenernos unidos en eso. Yo estaba a la derecha de don Enrique y pedí la palabra para disentir. Les recordé que en la UACM el Abogado General, el Tesorero, el Contralor y los coordinadores de Comunicación e Informática eran designados por el Consejo Universitario –igual que el Rector. Si a alguien nos debíamos era a ese consejo. Dussel me respondió y dijo a todas y todos los presentes: “—Es verdad. Este debe ser un gobierno de gabinete, nacido del parlamento. Y por eso, mi secretario general será el jefe del gabinete”. Y al decir esto, tomó el brazo del historiador Ernesto Aréchiga Córdoba, quien estaba a su izquierda. La Secretaría General es el cargo más importante que depende directamente de Rectoría en la UACM. Debate abierto. Colegialidad. Autoridad bien centralizada. Suena difícil la combinación, pero se puede. Y todas y todos éramos gentes de izquierda. Agrego una foto de finales de 2013 adonde la Rectoría, la Secretaría General y la Oficina del Abogado General explicamos cómo estábamos atendiendo los casos de violencia de género en la universidad.

Años más tarde Dussel me dijo que había disfrutado muchísimo la oportunidad de pasar a la praxis. La UACM aún le recuerda con respeto y cariño. Yo doy testimonio aquí de mi admiración.

Veo en Twitter/X un trino de Alejandro Puerto (@ea_puerto), morenista que es hoy regidor en el Ayuntamiento de Zapopan, Jalisco. (Liga 4.) Alejandro recuerda un curso de formación política con Dussel en Morelos y nos comparte que “ese día me apropié de su frase menos conocida y con la cual ejerzo como representante popular: «los cargos públicos nos deben de preparar para regresar a la vida cotidiana»…”

Dussel hilaba y mejoraba sobre uno de sus maestros queridos, un tal Aristóteles que nació en Estagira. El griego decía que la mejor persona humana era la que sabía mandar y obedecer alternadamente. Pero el viejo maestro parece haberse clavado en la dimensión individual del asunto. (¡Cómo no, con Alejandro de Macedonia entre sus estudiantes!) Dussel corregía al estagirita recordándonos que, en un mundo de iguales, debemos ejercer el poder que el colectivo nos otorga pensando siempre en nuestro regreso a la cofradía de las y los iguales.

Y alrededor de estas cosas fue mi cuarto encuentro con el maestro: en Morena. Allí discutimos cómo formar el partido sin dejar de ser movimiento; qué debería decir la Constitución del DF (hoy Ciudad de México, mañana Anáhuac); cómo formar a las y los militantes en el Instituto Nacional de Formación Política.

Reflexionar con orden y sistema. Escuchar al Otro. Pasar a la Praxis. Alimentar la reflexión con nuestra experiencia… y volver a empezar.

Gracias, don Enrique. Aquí seguiremos.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://proletarios.org/books/Hegel-Ciencia-de-la-Logica_Vol_1.pdf

Liga 2:
https://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/20120227024607/filosofia.pdf

Liga 3:
https://www.facebook.com/federico.anayagallardo/posts/pfbid0hy7jSgqH5T9weYBwc9thdCvgQsV1aDUhXpfbuGohrTf1iufmzZNEbR5XhTLCgqxfl

Liga 4:
https://twitter.com/ea_puerto/status/1721390993017081898

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