La gran noticia, “Julian Assange no será extraditado a Estados Unidos” de entrada ha sido una muy buena noticia, pues era tan evidente que si lo llevaban a ese país él moriría y fue tan difícil de ocultarlo que por ello Inglaterra no se atrevió a cargar con ello. Sin embargo, es lamentable que no sea por reconocer su labor sino por su precaria salud que han decidido que se quede en tierras inglesas.
Aún hay mucho por hacer y no sólo para él, su esposa y aquellos que han estado cerca de él sino hay mucho por hacer para todos los que decimos que amamos la libertad.
Assange se ha convertido en el ícono de la opresión, de la injusticia y de que el mundo simplemente gira al revés. Paradójico resulta que sea él quien padezca el encierro, el maltrato y la violación a todos sus derechos humanos por mostrar la verdad de aquellos criminales como Aznar, Tony Blair, Hilary entre muchos otros y que esos criminales sean los que decidan la justicia es obsceno. Julian Assange es la voz de todos nosotros y es penoso saber que aún hay personas que no le ven la trascendencia a su labor.
Andrés Manuel López Obrador ha dado un paso que no han dado muchos, después de que Ecuador al subir el traidor de Lenin dio para atrás, el único que ha levantado la mano sin temor ha sido nuestro presidente, aplaudo sin duda tal valentía, y esa hospitalidad tan bien ofrecida sin embargo habrá que pensar ¿qué consecuencias traerá para el país esa voz solidaria? Yo me siento muy orgullosa de que mi presidente haya hecho tal ofrecimiento y que de este modo haya cerrado su mañanera el día de ayer, vaya que me dejó con emociones de alegría y orgullo pero posteriormente pensé ¿qué pasaría si?
No es fácil la encomienda que le pusieron al canciller Ebrad pero lo más difícil es tratar de elucidar qué se traen entre manos los que manejan el mundo. ¿Será la oportunidad para que Trump saque algo bueno antes de irse de la Casa Blanca? o ¿más bien fue un atisbo de bondad explosivo de nuestro presidente sin trascendencia positiva? Sin duda alguna, estamos ante una situación que merece la pena, la cautela, el análisis y sobre todo, la paciencia.
Pero lo que es un hecho es que Assange ya no tiene tanto tiempo, su vida se ha visto en demasía fracturada y sí, él sabía lo que hacía al develar todo lo que ha develado pero dudo mucho que a ciencia cierta supiese hasta qué grado llegaría su vida. Julian es un héroe le pese a quien le pese porque no muchas personas están dispuestas a debatirse la vida por la verdad. “LIBERTAD PARA JULIAN ASSANGE” ese debe ser el lema de todos los que nos decimos pensadores, buscadores de la verdad, filósofos. Porque él nos ha dado la prueba fehaciente de lo mucho que incomoda la verdad, y de que cada vez vivimos más en un mundo que alaba la mentira, la protege y la defiende con tal de no perder la mínima comodidad. Aquellos que no ven en el caso Assange la oportunidad de luchar para que no nos controlen es porque ni siquiera se ha dado cuenta de que ya es un esclavo a voluntad. Pues sí, seamos realistas, las redes ahora con el Covid han demostrado ser una “maravilla” y tal seducción simplemente ha servido para ponernos más fuerte el grillete y engañarnos en que somos libres en una pantalla cuando en la vida real ya ni nos podemos tocar. Y no es que haya leído teorías de la conspiración, basta ver en lo que nos estamos convirtiendo como humanidad. Hoy sin duda tuvimos una gran noticia, el inicio de algo apenas y los mexicanos tuvimos dos, pues el ofrecimiento del presidente nos coloca como una Nación solidaria pero por otro lado no sabemos el costo que habría que pagar en cado de que el inquilino de la Casa Blanca sea Biden quien sin duda alguna detesta a Julian Assange.
Excelente artículo…..