Francisco Félix | julioastillero.com
Miembros del comité directivo “Defraudados de Santander” charlaron con Adriana Buentello en la emisión de este viernes de Astillero Informa y plantearon que la práctica de los fraudes por parte de dicha institución bancaria continúa, en tanto, las autoridades están sumidas en la inacción y las contradicciones.
Patricia Gutiérrez Otero, vocera y actual dirigente del comité recordó que han pasado más de 3 meses del “boom” de robos y atracos en Santander, pero estos siguen aumentando ante la falta de respuesta del banco. Lamentó que, de 2 mil casos, muy pocos se han resuelto, apenas alrededor de 1%.
Gutiérrez indicó que los robos van desde 3 mil hasta un millón 800 mil pesos, con un monto promedio de 125 mil. Sin embargo, aclaró que, más importante que el monto, resulta el enorme impacto que tiene el robo en la vida familiar y personal de las víctimas. También detalló la extrema fragilidad de los sistemas de seguridad y los protocolos de operación de Santander. Dijo que los bancos en México se sirven con la cuchara grande y responden a los usuarios con una patada cuando los usuarios tienen problemas pues las leyes mexicanas defienden a los bancos, no a los usuarios.
Moisés Ramírez Colunga, manifestó que todos los días hay gente que solicita unirse al grupo. Lamentó la falta de una respuesta eficaz por parte de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Coondusef). También dijo que la autoridad conoce la magnitud del problema, por lo que no puede argumentar lo contrario para justificar su inacción. Deploró la falta de respuesta por parte de los bancos, que en la mayoría de los casos señalan que las quejas son improcedentes.
Por su parte, Clicerio Muñoz Pavón, recordó que la propia Condusef reconoció en octubre pasado que se habían incrementado los fraudes bancarios, principalmente telefónicos y que en sólo tres meses se contabilizaron más de 3 mil quejas de usuarios que fueron víctimas de fraude a través de mensajes o llamadas. También manifestó que Condusef señaló que Scotiabank, Santander y Banorte son las tres entidades que lideran los fraudes de este tipo.
Muñoz lamentó que fuera hasta diciembre cuando Santander reconoció que sí hubo un incremento en el fraude telefónico. Esta tardanza, dijo, refleja el desinterés del banco en el problema. Asimismo, citó declaraciones encontradas de altos funcionarios de la Asociación de Bancos de México que, por un lado, manifestaron que los fraudes bancarios están a la orden del día y, por otro, han descartado que el sistema bancario tenga una crisis por el fraude. Planteó que el anuncio de que los casos de fraude representan el 0.3% del total de las operaciones bancarias es una “forma mañosa” de manejar las cifras, y demuestra el desprecio por la gente afectada en su patrimonio y su salud.
El mismo Ciclerio Muñoz destacó cómo el 30 de octubre pasado, Marco Rosales, director de prevención de fraude de Santander, dijo que “la Interpol dio a conocer que la intención de fraude en 2020 creció alrededor de 230%”. La gravedad del problema, señaló, llevará al comité a “las más altas autoridades” e inclusive se pedirá que hagan una auditoría a Santander para ver si está cumpliendo con los estándares para prevenir y evitar fraudes.
Muñoz destacó las contradicciones de los bancos pues, en 2020 predominó el discurso de que ellos nunca llaman, lo cual es falso y ahora se están abriendo un poco, pero siguen con contradicciones. Como ejemplo, criticó la campaña de la ABM que dice: “una llamada del banco, puede no ser del banco”, lo cual de ninguna manera puede constituir una buena estrategia de comunicación.
Finalmente, la vocera Patricia Gutiérrez dijo que ya hay un legislador que se ha interesado en la denuncia del grupo. Se trata de Gerardo Fernández Noroña, quien anunció que haría un posicionamiento y una petición en la Comisión Permanente para que desde el Congreso se investigue lo que está ocurriendo con Santander. Aclaro que el grupo de afectados no es partidista y que agradece cualquier apoyo con el fin de terminar con los abusos de los bancos y prometió que, en cuando el coronavirus lo permita, habrá movilizaciones de los afectados para exponer sus quejas.
