Autos de lujo en bodega cateada tras atentado a Harfuch fueron obtenidos mediante fraude, por quien chocó y abandonó un Lamborghini en la colonia Roma en agosto (nota de Carlos Jiménez en C4 Noticias)

Foto: @c4jimenez

Por: Carlos Jiménez de C4 Noticias.

Al menos dos de los automóviles hallados hace una semana dentro de una bodega en la alcaldía Gustavo A. Madero, fueron “robados” por Eduardo Soto Jiménez. Se trata del hombre que estrelló y dejó abandonado un Lamborghini Gallardo, en calles de la Colonia La Roma, en agosto del año pasado.

Eduardo Soto Jiménez es miembro de una banda de defraudadores, integrada por al menos cinco miembros de su familia y unos cinco cómplices más. Fingen ser adinerados y “compran” autos de lujo con cheques sin fondos por todo el país.

Así se han hecho de vehículos Porsche, Lamborghini, Mercedes Benz, BMW…

El pasado 26 de junio, el equipo de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ubicó un par de bodegas tras rastrear el lugar del que salieron los vehículos usados en el ataque al jefe de la Policía, Omar García Harfuch.

Al día siguiente, la Fiscalía de Justicia cateó el lugar, y ahí halló más de 20 autos de lujo. Algunos con reporte de fraude y otros de robo.

C4NoticiasMx contactó a dos de los propietarios de esos vehículos. Ellos revelaron que Eduardo Soto Jiménez fue el sujeto que hace tiempo los engañó y les pagó sus carros precisamente con cheques sin fondos.

Incluso proporcionaron fotografías de la falsa credencial de elector que les mostró al momento en que se dijo interesado en comprarles sus autos.

Su forma de operar fue la misma que realiza desde hace años. Eduardo Soto llegó en un Camaro Rojo acompañado de su hermano el cual iba en una camioneta Porsche Cayenne. Pidieron ver los autos y de inmediato acordaron un precio para comprarlos.

En la credencial de elector que usó en aquel momento aparecía su fotografía, pero con el nombre de Camilo Ibarra Gómez. La dirección: Avenida Lomas Verdes 231, Colonia La Cúspide, en Naucalpan, Estado de México.

El pago lo hicieron con cheques certificados. Sin embargo, cuando los dueños de los autos quisieron cobrarlos, descubrieron que no tenían fondos. En aquel entonces, los teléfonos que usaban los hermanos Soto Jiménez eran 5540787419 y 5530856739.

Ahora, la Fiscalía de Justicia indaga el origen de cada uno de los autos hallados en la bodega.

La banda de defraudadores está integrada por Cristina Jiménez, su esposo Guillermo Soto Ortega y sus hijos Brenda Guadalupe, José Hareff y Guillermo, todos de apellido Soto.

Con información de https://www.c4noticiasmx.com.mx/ autorizada por Carlos Jiménez.

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