AMLO denigra otra vez a los chilangos: ¿siente que ya perdió la CDMX? Autor: José Reyes Doria

Foto: Cuartoscuro

José Reyes Doria | @jos_redo

El presidente López Obrador volvió a atacar a los ciudadanos de la Ciudad de México. En su acostumbrado tono despectivo y burlón, lanzó una vez más su sentencia de que los chilangos se han convertido en seres aspiracionistas y conservadores. En el mejor de los casos, piensa AMLO, y así lo ha expresado, los chilangos son presa fácil de la manipulación, van por la vida manipulados por el manipulador más malo de malolandia, Claudio X González.

Cierto que, cuando lanza estas diatribas contra los habitantes de la CDMX, parece que al mismo tiempo el Presidente trata de matizar, de bajarle el tono, para que los chilangos no se enojen tanto. Por eso, intenta una teoría mínima para envolver sus descalificaciones capitalinas: “Aquí es donde hay más clase media porque la gente aquí tiene más posibilidades de ingreso, aquí se ha combatido mucho la pobreza, entonces hay sectores, no toda la clase media, no se trata de decir toda la clase media, pero hay sectores de la clase media que son muy conservadores y aspiracionistas, y también es aquí es la sede de los fifís.”

El Presidente sabe que la sociedad capitalina es la más informada y crítica del país, que así ha sido desde siempre. Pero de forma más determinante en los procesos de transformación social, política y cultural a partir del movimiento de 1968, las movilizaciones por el terremoto de 1985, la exigencia de democratización y elecciones libres desde 1988, y el logro del derecho de poder elegir directamente a sus gobernantes que cristalizó en 1997, en cuyas elecciones los chilangos dinamitaron 70 años de autoritarismo priista y le dieron el poder en la CDMX al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

De cara a las elecciones del próximo 2 de junio, el grupo político fundado por el ingeniero Cárdenas parece estar, por primera vez, en riesgo de perder el poder en la Ciudad de México. Decimos que es por primera vez, porque en 1997, a pesar de ser oposición, todos los indicios señalaban que Cárdenas arrasaría. En la elección del año 2000, el cardenismo encabezado por AMLO como candidato, obtuvo la menor votación, y apenas le sacó tres puntos de ventaja al candidato de la derecha Santiago Creel. Sin embargo, a pesar de la ola foxista que inundó al país en el año 2000, la CDMX resistió y nunca se percibió el riesgo real de perderla para el cardenismo-obradorismo. En las elecciones subsiguientes, es decir en 2006, 2012 y 2018, el cardenismo-obradorismo ha ganado cómodamente, arrasando sin problemas.

Ahora, en 2024, muchos observadores consideramos que hay más riesgos que nunca de que el cardenismo-obradorismo pierda la CDMX. A groso modo, esos factores de riesgo son:

a) Los fuertes indicios de una división importante en las fuerzas morenistas en la CDMX, originadas o expresadas en el hecho de que, a la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, le tumbaron a su gallo para el gobierno de la CDMX, Omar García Harfuch.

b) Fue un hecho público el que Claudia promovió y apoyó la candidatura de Harfuch, y fue también público que se orquestó una rebelión de grupos morenistas que rechazaron tajantemente esa candidatura, impulsando en su lugar a Clara Brugada.

c) También fue público que, en el método de selección de candidatos utilizado por Morena, es decir las encuestas, Harfuch arrasó a Clara con una ventaja de casi 20 puntos.

d) A pesar de esos dos poderosos factores a favor de Harfuch (gallo de la abanderada presidencial y popularidad comprobada), el partido le dio la candidatura a Clara, con el argumento de la paridad de género.

e) Lo anterior es útil para ilustrar que estos elementos de división representan diversas fases en las que se fue enconando el desencuentro, en las que se dañaron seriamente los puentes de comunicación y colaboración entre el obradorismo-claudismo en la CDMX. Observadores sagaces hacen el balance de que, en las candidaturas a diputados locales y alcaldías capitalinas, Claudia casi no le dio margen a Clara de postular a ningún candidato afín; y son ya legendarias las versiones de que entre ellas y sus equipos y bases no existe mucha empatía. Las bases de Clara aseguran que con la representatividad popular de ese grupo llamado “los puros” es suficiente para hacerla ganar, pero la realidad señala que hace falta mucho más para ese propósito, hacen falta los militantes y simpatizantes que preferían a Harfuch.

f) En 2021, en las elecciones intermedias, la oposición en su conjunto ganó más votos que Morena y aliados en la CDMX, y en aquel entonces las encuestas no detectaron ese escenario. Hoy, algunas encuestas, de hecho, la mayoría, proyectan una elección muy cerrada, significativamente más cerrada que lo que se pronosticaba en 2021. Algunos sondeos dan empate técnico o ponen a Santiago Taboada, candidato del PRIAN, en primer lugar y con tendencia ascendente.

g) El gobierno de Claudia Sheinbaum en la CDMX fue de claroscuros, con importantes logros y errores evidentes. Pero aún no sabemos cómo pesarán en el ánimo del electorado capitalino temas como el de la caída de la Línea 12 del Metro o el manejo del Covid. Las encuestas y las percepciones indican que Claudia seguramente ganará la elección presidencial de forma holgada, pero habrá que ver de qué tamaño es el voto de castigo para el obradorismo-claudismo en la CDMX que sufrirá Clara Brugada.

h) Los constantes ataques y desprecios del presidente López Obrador contra los capitalinos clasemedieros, y en general contra todos los chilangos que no lo apoyan, ha venido germinando un sentimiento de rechazo que puede, o no, expresarse en las urnas el 2 de junio. Y ese eventual voto de castigo, sumado al posible voto de resentimiento de los que querían a Harfuch, como dijimos, no causaría daño estratégico a la candidatura presidencial de Claudia, pero sí podría hacer naufragar la candidatura de Clara Brugada.

i) Como el propio AMLO lo dice, la sociedad capitalina es la más informada y más crítica. Por lo tanto, es la que tiene más elementos de juicio para entender la realidad de los resultados de la gestión del gobierno de la llamada Cuarta Transformación. Los chilangos tienen más medios y fuentes para valorar los resultados tangibles en materia de salud, educación, seguridad, empleo, Covid, servicios; para contrastar entre los números y la versión discursiva del Presidente.

Sirva todo lo anterior, para contextualizar el momento político en que AMLO vuelve a arremeter contra los chilangos. Lo más lógico es que, a menos de un mes para la elección, y teniendo en cuenta las condiciones de riesgo de perder la CDMX, el Presidente tratara de apapachar, de lisonjear a los ciudadanos capitalinos para que olvidaran las descalificaciones que les ha asestado anteriormente. Pero no: lejos de eso, el Presidente profundiza el agravio, rayando en el insulto, contra los chilangos, no solo contra la clase media, sino contra todos los que ahora ya no lo apoyan.

Pero, ni aunque las tendencias y el escenario fueran favorables a la 4T en la CDMX, como sí lo son a nivel nacional para Claudia, ni así sería aconsejable que el Presidente, con toda la fuerza que tiene su palabra, lance ataques tan duros contra la ciudadanía de la Capital de la República. Entonces, ¿por qué razones, si las hay, López Obrador pone en marcha esta embestida contra los chilangos?

UNA LECTURA DE LOS ATAQUES DE AMLO

Brevemente, va una interpretación. Dado que ya no queda mucho tiempo para reconstruir los desencuentros, aparentes o reales, profundos o superficiales, entre Claudia y Clara, el Presidente piensa que lo que se puede hacer es exacerbar la polarización entre pueblo fifí y pueblo bueno en la CDMX para reunificar el voto pro 4T en la Capital. Por eso, AMLO rebautiza a la CDMX, y pasa de ser la Ciudad de la Esperanza a la Sede de los Fifís.

La idea que se vislumbra detrás de este ataque inaudito de AMLO a los chilangos, es que, si no puede reconciliar a los liderazgos y estructuras de Claudia y Clara, lo que sí puede es inflamar el ánimo anti PRIAN de las bases obradoristas, denigrando a los fifís clasemedieros que votarán por Taboada y el PRIAN.

Al degradar a los fifís clasemedieros capitalinos, AMLO apuesta a rebasar a los liderazgos oficialistas atrapados en sus resentimientos y venganzas, y promover que el voto unificado de las bases claudistas-obradoristas-brugadistas se activen y salgan a votar unánimemente el 2 de junio, y esperar que eso alcance para que Clara Brugada conserve la CDMX para el obradorismo.

Veremos en qué termina éste, que es uno de los capítulos más interesantes de las elecciones 2024. Es bastante interesante que, a pesar de que Taboada es un candidato impresentable en muchos aspectos, a pesar de las atrocidades del cártel inmobiliario, a pesar del desprestigio del PRIAN, Taboada tenga serias probabilidades de arrebatarle la CDMX al obradorismo-cardenismo. Pero así es a veces la política cuando desde el poder no se operan bien las cosas o se toman decisiones desapegadas de la realidad.

José Reyes Doria
José Reyes Doria

Politólogo por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Asesor parlamentario en diversos órganos de gobierno y comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Colaborador en portales informativos. Conferencista sobre temas legislativos y políticos. Consultor en materia de comunicación política, prospectiva y análisis de coyuntura. Contacto: reyes_doriajose@hotmail.com

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