MÉXICO, 27 sep (Xinhua) — El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, llegó hoy a México para observar “de primera mano” la respuesta humanitaria a refugiados en el país y evaluar la coordinación con el Gobierno mexicano.
Según un comunicado del organismo, Grandi estará en México del 27 al 30 de septiembre para reunirse con altos funcionarios del Gobierno mexicano, refugiados, sociedad civil y con el titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), Andrés Ramírez.
Durante su estancia, el alto comisionado “tratará sobre los esfuerzos necesarios para garantizar que las personas que huyen de la violencia y la persecución tengan acceso a asilo, oportunidades de integración local, y que las comunidades de acogida reciban el apoyo necesario”.
El comunicado agregó que “tanto en Saltillo como en Tapachula y la Ciudad de México, el alto comisionado visitará albergues que asisten a refugiados y solicitantes de asilo”.
Grandi visitó este viernes un refugio para migrantes y una planta de electrodomésticos en la ciudad de Saltillo donde se implementa un “programa de integración laboral”, mientras que en Tapachula, inaugurará un centro de registro para solicitantes de asilo y uno de asistencia.
En la Ciudad de México se reunirá con funcionarios del Gobierno, otras agencias de la ONU y organizaciones civiles.
Apenas esta semana, el funcionario se reunió con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en el marco de la 74ª Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en lo que va del año, México ha recibido más de 46,000 solicitudes de asilo, lo que representa un incremento del 231 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
Durante su primera visita a México, en 2017, Grandi instó al país a reforzar la protección de estas personas y aumentar los recursos al ser “insuficientes” para atender una problemática en aumento.
México y Estados Unidos comprometieron, el 7 de junio pasado, acciones para reducir el flujo de migrantes que llega a la frontera común, por lo que el Gobierno mexicano ha endurecido medidas para contener el ingreso irregular por su frontera sureña.
En esa línea, esta mañana en el Senado mexicano, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reiteró que México es hospitalario con quienes buscan asilo, pero no está abierto a que lo usen como un país de tránsito.
