A un mes del atentado, así fue el regreso de Grecia Quiroz al lugar donde Carlos Manzo fue asesinado (nota de Abigail Saucedo en Quinto Poder)

A un mes del homicidio de Carlos Manzo, Grecia Quiroz regresó al sitio del atentado en Uruapan para colocar una ofrenda y reafirmar que continuará el legado de su esposo.

Abigail Saucedo | Quinto Poder

A un mes del atentado que terminó con la vida del alcalde Carlos Manzo, la presidenta municipal de Uruapan, Grecia Quiroz, volvió al punto exacto donde su esposo fue asesinado la noche del 1 de noviembre. El retorno ocurrió tras una misa en su memoria y representó uno de los momentos más emotivos desde el ataque que sacudió a la ciudad y a su administración.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en la parroquia de San Francisco y reunió a funcionarios municipales, ciudadanos y familiares que se han mantenido cerca de la alcaldesa tras el crimen.

Entre los asistentes estuvieron Víctor Hugo de la Cruz, regidor que resultó lesionado durante el atentado, y Esteban Constantino, secretario de Obras Públicas Municipales, quien también estuvo presente aquella noche. Ambos acompañaron a Quiroz durante esta jornada de recuerdo y duelo.

La visita a la Plaza de los Mártires

Una vez concluida la misa, y bajo un estricto dispositivo de seguridad reforzado por el Ejército Mexicano, la comitiva se dirigió hacia la Plaza de los Mártires, en el costado donde se registró el ataque armado.

Allí, en el mismo punto donde cayó Carlos Manzo, la alcaldesa colocó flores y veladoras mientras permanecía en silencio, visiblemente conmovida. El entorno cercano intentó reconfortarla mientras el resto de los asistentes mantenía distancia y respeto.

En redes sociales, Quiroz reiteró un día antes su determinación de continuar el trabajo de su esposo pese al clima de críticas y presiones que, asegura, se intensificaron tras el homicidio. En un mensaje publicado recientemente, señaló:

“Durante estos días he recibido un sinfín de ataques hacia mi persona, mi familia, aún hacia mi amado Carlos (Manzo) que quiero que sepan que aunque él ya no pueda defenderse aquí estaré yo para hacerlo, y no permitiré quieran manchar su nombre”.

Asimismo, se refirió a los señalamientos en torno al llamado Movimiento del Sombrero, un esfuerzo impulsado por Manzo que buscaba la participación ciudadana. En esa misma publicación exigió dejar de obstaculizar su labor: “Ya mucho nos lastimaron quitándonos al mejor presidente del mundo, pero como decía Carlos (Manzo) ‘si los perros ladran, es señal de que vamos muy bien'”.

A muchos ya se les olvidó que el Estado asesino a Carlos Manzo. #Uruapan | 🕯️Entre lágrimas, Grecia Quiroz dejó flores en el sitio donde fue asesinado Carlos Manzo. Tras la misa, caminó a la Plaza Morelos y guardó silencio en homenaje, arropada por ciudadanos que también… pic.twitter.com/0glylRV2lO

— José Díaz (@JJDiazMachuca) December 2, 2025

Ofrendas y duelo ciudadano

Durante la visita al lugar del atentado, la plaza aún luce adornos que recuerdan las festividades del Día de Muertos, incluida la gran catrina instalada semanas antes del crimen. Ciudadanos han seguido colocando objetos, flores y cartas sobre las vallas que resguardan la zona, lo que se ha convertido en una expresión de duelo colectivo.

El acto más simbólico de la jornada ocurrió cuando Quiroz compartió en sus redes sociales una imagen dejando una ofrenda justo donde su esposo fue abatido. Acompañó la fotografía con un mensaje que refleja el dolor de su pérdida y la promesa de mantener vigente su legado: 

“A un mes de tu partida regresé al lugar donde te arrebataron la vida de la manera más cobarde, reviví esa noche de terror y no dejo de pensar en que ojalá tuviera una máquina del tiempo para haberte protegido hasta con mi misma vida. Tú sabes lo mucho que te amo y que te juro que si Dios decidió dejarme aquí es para continuar esta lucha y te prometo que no te fallaré , te mando un beso hasta el cielo mi amor”.

A un mes del ataque, la figura de Carlos Manzo continúa generando manifestaciones públicas de apoyo y memoria, mientras Grecia Quiroz intenta consolidar su liderazgo bajo la promesa de honrar su trabajo y mantener el rumbo de la administración. Su regreso al lugar del homicidio simboliza no solo el duelo personal, sino la determinación de seguir adelante frente a un panorama político y social marcado por la violencia.