Sacerdote italiano usaba limosnas para comprar ‘la droga de la violación’ y hacer fiestas (nota de Quinto Poder)

A Spagnesi también se le acusa por traficar drogas a Países Bajos. - Especial.

Francesco Spagnesi, un párroco italiano de 40 años, se enfrenta a una serie de acusaciones por usar las aportaciones de los fieles para comprar distintas sustancias prohibidas, entre las que se encuentra la gbl, o conocida como ‘droga de la violación’, aparte de organizar fiestas masivas en plena situación de emergencia sanitaria por el COVID-19. 

Quinto Poder.

Prato, una ciudad italiana de 192 mil habitantes, es el epicentro de un escándalo que sacude a la iglesia católica: Francesco Spagnesi, un párroco de 40 años, está siendo investigado por tráfico de drogas, mismas que adquiría con el dinero de las limosnas.

Francesca Scarlatti, una magistrada italiana, inició una investigación contra el sacerdote, luego de que los feligreses sospecharon que las aportaciones económicas no eran bien utilizadas y, sobre todo, ante la insistencia de Francesco Spagnesi para reunir más fondos. 

A través de mensajes de WhatsApp, Spagnesi les enviaba mensajes a sus feligreses, con el afán de pedirles dinero para ayudar a familias necesitadas… pero éste se destinaba para adquirir drogas como cocaína o la gbl, también conocida como ‘la droga de la violación’. 

También se sospechó de Spagnesi por los constantes retiros que hacía de las arcas: en mayo de 2020, retiró 40 mil euros (alrededor de un millón de pesos), mientras que para junio esa cifra subió a 75 mil euros (1.8 millones de pesos), sin que Spagnesi pudiera demostrar a dónde iba a parar todo el dinero, rescata el portal La Nazione. 

Para organizar las fiestas masivas (que terminaban en orgías) y el tráfico de estupefacientes, Spagnesi no actuaba solo, sino que contaba con la complicidad de Alessio Regina, un sujeto de 39 años, quien también es investigado por las autoridades. 

En las fiestas masivas, Spagnesi y compañía metían hasta 200 personas, todo cuando Italia se encontraba en semáforo rojo de alerta epidemiológica a causa de la pandemia por COVID-19; también se sospecha que traficaba drogas a los Países Bajos.

A causa de que la investigación sigue en curso, las autoridades italianas fijaron la medida cautelar de arresto domiciliario contra Spagnesi. Giovanni Nerbini, obispo de Prato, lamentó la actuación del párroco. 

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