Química Apollo se une a Banco de Tapitas para apoyar a niños con cáncer

Desde hace 4 años, la compañía experta en el sector energético recauda tapitas de plástico entre sus colaboradores, con el objetivo de ayudar a niños con cáncer en sus tratamientos para quimioterapias, hospitalizaciones o estudios especiales.

En 2019, después de que la hija de un colaborador de Química Apollo fuera diagnosticada con leucemia linfoblástica, un tipo de cáncer en la sangre y médula ósea, la compañía decidió acercarse al Banco de Tapitas A.C., una fundación para apoyar a niños con este tipo de enfermedades.

Luis Rufino Hernández, técnico en urgencias médicas y paramédico de la compañía, explica que la respuesta del equipo hacia esta iniciativa ha sido destacable: “la participación con Banco de Tapitas A.C. la hacemos para impulsar la colaboración entre el personal; en Química Apollo somos empáticos”.

Cuando arrancó la iniciativa, Syndhel Viridiana Meza Ortega, la encargada del equipo médico de la firma, compartió un comunicado entre el personal para difundir la convocatoria y dar inicio a la recolección. Hoy, después de cinco años, los contenedores ya están establecidos, así que el personal acumula las tapitas con sus familias para después llevarlas a la oficina y apoyar a la causa.

“Ahí empieza la magia en el equipo; una vez que se llena el contenedor asignado para esta tarea, lo acumulado se envía con un embajador autorizado por la Asociación Civil, para después ser llevado a centros de acopio o de reciclaje”, comenta Syndhel Viridiana Meza Ortega, la encargada del equipo médico.

“Estos plásticos se venden para que, de lo recolectado, se de apoyo a los niños que padecen cáncer, ya sea para el tratamiento de quimioterapia, las hospitalizaciones o algunos estudios especiales. Incluso, tienen un apartado para financiar las pelucas”, detalla Meza Ortega.

Banco de Tapitas es la asociación encargada de decidir a quién se le dará la ayuda y de qué manera; estos datos son confidenciales, por lo que Química Apollo no tiene injerencia ni conocimiento. Al final de la entrega de las tapas de plástico, la empresa recibe un reconocimiento sobre la aportación que realiza.

“La fundación se enfoca en tapitas porque son mucho más fáciles de almacenar, de transportar y de limpiar, a diferencia de los grandes volúmenes que ocupa la industria del reciclaje de botellas PET. Estas son muy fáciles de procesar para su venta final”, apunta Luis Rufino Hernández.

Un granito de arena

Syndhel Viridiana Meza Ortega alude a que esta alianza con el Banco de Tapitas busca que el personal y sus familias puedan aportar un granito de arena a esta causa.

“El objetivo es buscar un apoyo para las personas que menos tienen a través de Química Apollo como centro de recolección para su disposición, y aportar así con pequeñas acciones”, coincide el paramédico Luis Rufino.

El técnico en urgencias médicas expone que la empatía distingue al equipo, de explicarles sobre la iniciativa de la recolección de tapas y sus beneficios a los niños con cáncer, la disposición por ayudar fue relativamente fácil, al igual que la de sus familiares.

El apoyo ha ido creciendo con el tiempo. Al principio, cuando empezó la recolección, un contenedor se tardaba 6 meses en llenarse. Pero ahora, a cinco años del proyecto, ese mismo depósito llega a su máximo en menos de 3 meses. Actualmente, Química Apollo cuenta con 6 reconocimientos, que están a la vista de quienes van a donar.

Desde que inició la recolección, Química Apollo ha donado un total de 108 kilos de tapas de plástico. La meta de la compañía es fortalecer esta iniciativa para que más colaboradores sigan apoyando y, en consecuencia, más niños salgan beneficiados.

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