La esposa del hoy detenido Ken Omar hizo un video para defender la imagen de su esposo
Valeria Ávila, presunta esposa de Ken Omar, publicó en sus redes sociales un video en el que intenta defender a su marido, quien recientemente fue reaprehendido, acusado por atropellar a Jorge Claudio Mendoza, quien vendía tamales en Cuautitlán Izcalli, y luego darse a la fuga. En el video, con más de 12 minutos de duración, la mujer pidió disculpas y aseguró que su esposo es una buena persona.
Valeria Ávila confiesa que grabó el video para desmentir los dichos que han circulado sobre su marido. La mujer asegura que “son una familia normal, una familia que se despierta temprano todos los días para trabajar”, también afirmó que no son una familia rica o acomodada. Valeria Ávila aseguró que no han sobornado y tampoco se burlaron de la víctima.
“Lo bueno o mucho que hemos logrado ha sido con base en esfuerzo y trabajo. Tratamos de darle el mejor ejemplo a nuestra hija, Si en mis manos estuviera regresaría el tiempo”. Valeria Ávila también dijo que su esposo, Ken Omar, “no sale todos los días con la mentalidad de atropellar a una persona” y que para ella no es un asesino, pues jamás tuvo la intención de matar ni de escapar, aunque al fin, efectivamente, mató y escapó.
La mujer comentó que es mentira lo dicho por Raziel Mendoza, hijo del difunto señor Claudio Mendoza, al respecto de que la madre de Ken Omar se había burlado de la familia del tamalero por dedicarse a este oficio y que les ofrecieron 200 mil pesos por la vida de su familiar. En el video, Valeria Ávila asegura que su suegra no estuvo en el Ministerio Público.
Sobre el ofrecimiento de los 200 mil pesos a cambio de que abandonaran el proceso en contra de Ken Omar, Valeria Ávila dijo que continúan pagando su casa y el automóvil involucrado en el siniestro, por lo que negó tener los recursos económicos para ofrecer sobornos y todo de lo que se le acusa.
La esposa de Ken Omar también denunció un supuesto abuso por parte de las autoridades, pues dos menores de edad, de 2 y 5 años, fueron encañonadas durante la detención de su marido, el pasado 31 de diciembre. Por último, se despidió diciendo: “Esperamos que encuentren paz en sus corazones y que nosotros también podamos encontrarla”.
