Crónica de una #MeeToo anunciada. Autora: Emma Rubio

Como ya saben, hace unos días se suicidó el artista Armando Vega Gil. Dicho acontecimiento, además de ser una tragedia, se transformó en una evidencia de lo que se ha venido gestando en las redes sociales. Desde hace tiempo vengo haciendo énfasis en lo barbárico que se han tornado los ambientes virtuales, sin embargo, esto sin duda ha trascendido las fronteras de la pantalla.

Lo que hizo Armando posiblemente es resultado de una hecatombe de acontecimientos y de un padecimiento; pues cuentan que lamentablemente el artista padecía depresión, y es sabido que alguien enfermo de depresión ve limitada su perspectiva de la vida, por lo cual no es de extrañarse que algo como una demanda por acoso (que no es cualquier cosa) pues le haya parecido un laberinto sin salida. Sin duda, ha sido un hecho que confronta a la sociedad.

Sin embargo, lo que yo quisiera poner sobre la mesa es justo lo que se ha venido discutiendo e incluso reprobando y algunos hasta atacado. El movimiento #MeeToo se originó con la intención de dar voz a las mujeres que por miedo no habían hablado sobre los abusos y acosos padecidos. De entrada, es una causa noble y de trascendencia pues poco se hablaba de esto, pero creo que dentro de todo esto hay categorías muy valiosas que habría que analizar. La primera, la noción de feminismo; ya es un sitio común que se condene al feminismo desde una falta real de fundamento, pero también; ya es sitio común que algunas mujeres se coloquen la etiqueta sin saber a ciencia cierta en qué consiste el feminismo. Hoy por hoy definir el feminismo no es cosa sencilla debido a todas las vertientes que se han dado, sin embargo, los orígenes del feminismo, y me atrevo a decir la esencia del feminismo, radica en la igualdad y equidad entre los géneros, esto es: respeto, tolerancia, justicia, y otros valores más. En ningún momento, el feminismo tiene una connotación violenta que implique que las mujeres debamos pelear con los hombres, ponernos en sus lugares y desplazarlos. El feminismo no es solamente cosa de mujeres, es asunto que ocupa a hombres y mujeres que quieren vivir en bienestar y justicia, pero parece que para alcanzar eso debemos convertirnos en una sociedad ultra desarrollada porque cada vez parece que vamos un paso atrás.

Ya desde hace tiempo, la gente deja salir lo peor de sí misma en las redes sociales y uno que otro en la vida real, y esto se da justo cuando se tocan este tipo de temas. Hay infinidad de cosas que he visto que la gente comparte, las cuales reproducen violencia de género y tristemente muchas de las personas que comparten estos memes, chistes, comentarios, son mujeres, lo cual denota que aún falta mucha conciencia en el mismo género y evidentemente reciben el aplauso de los caballeros, y lo más interesante es que algunos caballeros tienen más conciencia de género que las mujeres que se ríen con ello. Pues bien, esto es uno de los puntos que creo es digno de analizar: ¿Qué tanto en verdad tengo conciencia de género? ¿acaso en verdad me alarman las estadísticas de feminicidios o simplemente ni hago caso de ellas porque nadie que conozca ha sido asesinada?

Sin duda el movimiento MeeToo tiene un noble origen, pero el problema es justo este, la falta de conciencia que no permite que se tome en serio y se maneje con la seriedad y legalidad que se requiere, es por ello que resulta tan fácil abrir una cuenta de Twitter y decir voilá vengan a denunciar y, evidentemente, siempre van a existir mujeres que tienen pavor a hablar y que si les ofreces hablar de lo que las ahoga y sin poner su rostro, pues lo harán. Sin embargo, una cuenta de Twitter per se, no te da la opción de verificar que sea verídico el testimonio, de ahí que antes de hacerse público debía haber un filtro y una investigación, pero parece que se hace con nula responsabilidad y simplemente se hace público olvidando completamente la frontera de lo virtual y lo real. Como si lo que acontece en la pantalla no trascendiera en la realidad y lo que pasó con Armando es un claro ejemplo de lo mucho que se puede tocar a la persona y violentarle, pues no es la primera persona que decide suicidarse a causa de algo que acontece en las redes. ¿Saben cuántas y cuántos jóvenes se han suicidado a causa de un acoso cibernético? Ya sea que publican algunas fotos o videos, o simplemente una calumnia puede ocasionar la muerte. Funesto fue ver algunas personas festejando la muerte del artista porque en su obtusa mente no hubo cabida a la duda con respecto a él, dieron por hecho que la demanda era real y, dado el resultado, nos quedaremos con la duda de si fue o no verdad.

Otro de los puntos que considero digno de análisis es la reacción de los hombres, si bien hace tiempo que vengo viendo al género masculino muy a la defensiva, y no es para menos, pues ahora ya no se sienten libres de ser los que eran y no digo que todos eran acosadores, sino que se ha llegado a un extremo por ambas partes; por un lado, mujeres que no permiten ya ningún tipo de comentario referente a su aspecto o que incluso ven en los hombres al enemigo, y por otro lado, hombres que no han logrado hacer empatía con las mujeres y juzgan desde su permeado machismo que, aunque sea sutil, existe. Así las cosas, esto se ha vuelto un campo de batalla absurdo porque en realidad lo que todos queremos es estar bien.

Algo que pasó y que me ha parecido inadmisible, es la creación del MeeToohombres, una página que apareció para (en palabras de sus creadores) “nivelar las cosas”. Yo me pregunto ¿nivelar qué cosas? Una cuenta que ofrece a los hombres que también hagan sus demandas de acoso. No niego que sea una realidad y que en definitiva también es justo escuchar la voz de los hombres, sin embargo, me parece una banalización de lo que hemos padecido las mujeres por siglos, ya que si se habla hoy día de esto, es porque no hemos evolucionado como sociedad y las mujeres seguimos siendo tratadas en algunos casos como ciudadanas de segunda y que lejos de sentirnos más libres y seguras, en estos tiempos nos estamos sintiendo más inseguras ante la ola de violencia que se ha desatado en el país. Las estadísticas nos dicen claramente que hay más muertas que hombres asesinados y más violaciones a mujeres que hombres violados y que estos últimos, son violados por otros hombres, por lo cual, me parece en verdad una ofensa que existan hombres que quieran igualar las circunstancias dado que dudo mucho que ellos tengan que pensar qué ropa utilizar para salir y no ser acosados.

El día que nos dejemos de remarcar las diferencias y aprendamos a respetarnos como especie, dejará de existir esta gran brecha de género que ha causado tanto daño a la sociedad. Ya basta de desprestigios, de insultos, de banalización, de subestimar, de juzgar; entendamos que no somos enemigos, somos una sociedad que tiene que aprender a ser comunidad, sólo así lograremos la paz y la igualdad que tanto deseamos.

El movimiento #MeeToo deberá replantearse su modo de conducirse, de lo contrario, muchas mujeres decidirán callar y los pocos espacios seguros para ello dejarán de existir por culpa de las mentes miopes que ven en este tipo de movimientos o la oportunidad para tomar “revancha” o la oportunidad para acrecentar la brecha de desigualdad. Paremos ya esta guerra y pongámonos a trabajar por el bien del país que es justo el bien de toda la ciudadanía.

@Hadacosquillas

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