Por la mañana, el mandatario mexicano reconoció que es muy difícil que él y el dueño de Grupo Salinas cambien su forma de pensar, por ello, insistió en que lo único que queda es el “respeto” a las ideas de cada uno.
Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo).- Ricardo Salinas Pliego respondió la mañana de este jueves a las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró hace unas horas que a él le daría “vergüenza subirse a un yate de esos [como los que usa el empresario] en un país con tanta pobreza“.
“Vergüenza tener al país hundido en la pobreza y la violencia… Y echarle la culpa a un yate”, escribió a través de su cuenta de X, red social anteriormente conocida como Twitter.
“Tanto que prometieron y resulta que toda la culpa la tiene un yate, bueno, de hecho son dos y bien bonitos… ahh y pagados con mi dinero no con el del pueblo”, agregó Salinas Pliego.
El mensaje se publicó como una respuesta a una publicación que hizo Lilly Téllez, exconductora de TV Azteca que llegó al Senado de la mano de Morena, pero que actualmente forma parte de las filas del Partido Acción Nacional (PAN).
En el post, la periodista compartió el encabezado de una nota sobre lo dicho por López Obrador durante su conferencia de prensa matutina, espacio en el que se dio el tiempo de hacer un recuento de cada uno de los casos que han minado la relación con Ricardo Salinas Pliego.
“Vergüenza es que AMLO viva como rey en un Palacio, con soldados de servicio doméstico, use aviones militares, encubra el enriquecimiento ilegal de sus hijos, proteja al crimen organizado y tome su dinero sucio para Morena… Vive como magnate a costa del pueblo que él empobrece”, añadió Téllez García.
Por la mañana, el mandatario mexicano reconoció que es muy difícil que él y el dueño de Grupo Salinas cambien su forma de pensar, por ello, insistió en que lo único que queda es el “respeto” a las ideas de cada uno.
“Es interesante cómo, por ejemplo, a él le gustan los yates. A mí me daría pena. Lo digo sinceramente, sin ofender. Me daría vergüenza subirme a un yate de esos en un país con tanta pobreza, pero cada quien es libre. O sea, yo soy feliz con otras cosas. Soy feliz leyendo un libro. Soy feliz comiéndome un frijol con chicharrón, con un tlacoyo”, dijo.
