Leer con atención el Caso Casar: (2) La coalición de sus defensores. Autor: Federico Anaya Gallardo

Hace dos semanas, lectora, te decía que importa leer con atención el Caso Casar. El Expediente Post-Mortem abierto en Pemex a raíz de la muerte de Carlos Fernando Márquez Padilla García en 2004 (Liga 1) nos reveló varias conexiones, durante al menos dos generaciones, entre familias poderosas de la élite criolla mexicana. Gracias al expediente vimos líneas que conectaban a cuatro presidentes de la República, un general del Ejército que terminó como ministro de la Suprema Corte, un subsecretario de Relaciones Exteriores que evolucionó en CEO de una de las mineras más grandes del mundo (y que sería un orgullo mexicano si no contaminase criminalmente Sonora ni explotara a los peruanos, entre otras lindezas). Los personajes de esas dos generaciones construyeron hipódromos, investigaron ciencias sociales y explotaron las minas fabulosas de México y el Perú. (Perdón por el entusiasmo virreinal, pero el parecido con casos de aquella época es… pavoroso.)

Hoy quiero hablar del polvo que los validos de esa élite han echado al Caso Casar para distraernos. Se trata de un nuevo caso de “nado sincronizado” que trata de conquistar la narrativa, de hacer “spin” como se dice en el mundo angloamericano adonde esa élite ha estudiado.

Héctor Aguilar Camín es uno de los que arrojó más polvo a la tolvanera del Caso Casar. En la mesa del lunes 6 de mayo de 2024 del programa de Televisa Es la Hora de Opinar (Liga 2, minuto 28:50 & ss) el director de Nexos trató de implicar en el escándalo a Bernardo Bátiz Vázquez quien –cuando murió Carlos Fernando Márquez Padilla García en 2004– estaba al frente de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

El texto del escándalo era el Expediente Post-Mortem, pero Aguilar Camín literalmente introdujo otro texto en el debate. Habló de la página 100 del último libro del presidente Andrés Manuel López Obrador, ¡Gracias! (México: Planeta, 2004). Allí, en el capítulo 4 (“La guerra sucia y el desafuero”) Andrés Manuel nos dice que va a tratar “un asunto muy penoso porque involucra a la señora María Amparo Casar Pérez, quien ahora sustituyó a Claudio X. González hijo en una organización que lleva el nombre, con mucho cinismo, de Mexicanos contra la Corrupción”. Luego expone el caso de la muerte de Márquez Padilla García y señala que “Por este lamentable caso, la señora Casar, acompañada de Héctor Aguilar Camín, se entrevistó con el procurador Bernardo Bátiz para pedirle que cambiara el acta, modificando lo de suicidio por accidente, pues de esa manera podía cobrar el seguro y recibir de Pemex una pensión vitalicia y ayuda para la educación de sus hijos hasta que cumplieran 25 años. Bernardo me contó sobre esta petición y coincidimos en que eso era incorrecto. Sin embargo, el influyentismo se impuso porque, aun cuando no tenía derecho ni al seguro ni a otras prestaciones, en virtud de que era caso de suicidio solo se aplicaban las recompensas cuando el trabajador o servidor público llevaba laborando más de dos años”.

He citado verbatim lo que el presidente escribió. Ahora te pido que oigas lo que dijo Aguilar Camín, lectora. En el minuto 30:11 a 30:56 dice Aguilar que el presidente dijo: “que para evitar la autopsia María Amparo Casar y yo fuimos a ver a Bernardo Bátiz que entonces era el procurador del Distrito Federal y que le dijimos que diera una constancia de que había sido pues… un accidente, siendo López Obrador jefe de Gobierno. Y que Bátiz vino con él y le dijo que él pensaba que no estaba bien. Y López Obrador le dijo: pues yo también pienso que no está bien. Pero luego dice: ‘Pero triunfó el influyentismo y siguieron las cosas’. Así dice el pasaje.” Y luego de criticar a Bátiz por haber dejado el PAN y por apoyar a la izquierda, Aguilar Camín le exige a Bátiz: “—¡Pues que diga el señor si él recuerda esa escena! Lo que el presidente está diciendo es que él y su procurador se rindieron ante el influyentismo” (minuto 31:23 a 31:35).

No. El presidente no escribió eso. Y el Expediente Post-Mortem nos lo demuestra. En la penúltima página del expediente (p.383) podemos ver que el Ministerio Público del entonces Distrito Federal determinó, el día 14 de febrero de 2005, el no ejercicio de la acción penal en esa Averiguación Previa abierta por homicidio porque no encontró elementos para configurar ese delito y sí datos de prueba que apuntaban a un suicidio. Pero el dato relevante es la fecha. El Ministerio Público decidió lo anterior cinco meses después de la muerte de Márquez Padilla García.

Ahora bien, si revisamos el Expediente Post-Mortem con cuidado –y allí está, a la vista de toda la ciudadanía– descubriremos que Pemex había ordenado el pago de todos los beneficios a la viuda Casar Pérez desde octubre de 2004. Repasemos el calendario con atención.

Recordemos que Márquez Padilla García murió en la mañana del jueves 7 de octubre de 2004. El miércoles 13 de octubre de 2004, mediante el oficio DCA/GCRH/SR/FS/1582/2004, Marco A. Murillo Soberanis, gerente corporativo de Recursos Humanos de Pemex instruye a Miguel Ángel Feijóo Bejarano, gerente de Administración Financiera, suspender los pagos que se debían (salarios y prestaciones) a Márquez Padilla “a partir del próximo 16 de octubre del presente año … ya que lamentablemente falleció…”. Eso en el primer párrafo. En el segundo dice: “Posteriormente le informaremos el mecanismo que se deberá llevar a cabo para liquidar la Pensión Post-Mortem y los alcances a sus beneficiarios” (p. 145 del Expediente Post-Mortem).

El viernes 15 de octubre de 2004, la ciudadana María Amparo Casar solicita a Murillo Soberanis que “Petróleos Mexicanos me deposite el importe de la Pensión Post-Mortem del trabajador” que en vida fuera su marido, e indica la cuenta adonde debe hacerse el depósito (p. 147 del Expediente Post-Mortem).

El sábado 16 de octubre de 2004, mediante el oficio DCA/GCRH/SR/FS/1579/2004, Murillo Soberanis instruye a Feijóo Bejarano para que se liquide desde el 8 de octubre de 2004 “y hasta nuevo aviso” la Pensión Post-Mortem tipo “D” (vitalicia). Las sumas son: $123,465.62 para la viuda (Casar Pérez) y $15,434.45 para hijo e hija del decuius. Aclara Murillo a Feijóo en el segundo párrafo que a la viuda deben cubrírsele “los pagos asociados de Gas y Canasta Básica” pues los mismos correspondían a quien hubiese hecho vida marital con el trabajador. En el tercer párrafo, Murillo señala que anexa “los datos bancarios” que Casar había entregado el día anterior (p. 146 del Expediente Post-Mortem).

El martes 19 de octubre de 2004, mediante el oficio DCA/GCRH/SR/FS/1601/2004, Murillo Soberanis instruye a Salvador Ortiz Fernández, gerente de Riesgos y Seguros para que se solicite a la aseguradora denominada “Seguros Banorte Generali, S.A. de C.V.” el “pago por depósito bancario a favor” de Casar Pérez como beneficiaria del “funcionario superior de Petróleos Mexicanos” recién fallecido (p.148 del Expediente Post-Mortem).

Tres semanas más tarde, el martes 9 de noviembre de 2004, mediante el oficio DCA/GCRH/SR/FS/1710/2004, Murillo Soberanis envía a Feijóo Bejarano las claves CLABE de los beneficiarios del funcionario superior fallecido, Márquez Padilla García, “para que la Gerencia a su cargo esté en posibilidad de efectuar los depósitos respectivos”, pues los primeros pagos de la Pensión Post-Mortem se hicieron vía cheque (p.149 del Expediente Post-Mortem).

Dos semanas más tarde, el lunes 22 de noviembre de 2004, María Esther Estrada Márquez, Jefe de Siniestros Vida México, de Banorte-Generali, informa a Salvador Ortiz Fernández que, en seguimiento del oficio DCA/GCRH/SR/FS/1601/2004 (el que Murillo Soberanis había mandado a Ortiz Fernández el 19 de octubre previo), YA SE HABÍA PAGADO la reclamación “tanto del Seguro de Vida, como el de Gastos Funerarios”. Detalla los pagos, todos realizados el viernes previo, que fue 19 de noviembre de 2004. El total fue de $17’634,919.90 (p.151 del Expediente Post-Mortem).

Siete semanas más tarde, mediante oficio sin número del lunes 10 de enero de 2005, Murillo Soberanis le recuerda a María Amparo Casar Pérez que “ya se cubrieron los pagos únicos a que tiene derecho como beneficiaria, y se inició el pago de la pensión post-mortem” (p.141 del Expediente Post-Mortem).

Nota, querida lectora, que TODAS las fechas de los documentos que cito son PREVIAS al 14 de febrero de 2005 –que es cuando el Ministerio Público del Distrito Federal cerró la averiguación previa señalando que estábamos ante un suicidio. Es decir, Pemex no esperó a que hubiese ningún documento respecto de las causas de la muerte y procedió de modo inmediato al pago de todas las prestaciones a los beneficiarios de su alto funcionario.

Sobre esto trató de llamar la atención Genaro Lozano en el programa de Televisa Tercer Grado del miércoles 8 de mayo de 2024 (Liga 3, minuto 25:43 & ss), adonde dijo que el Caso Casar “habla también de un tráfico de influencias: … ¿en cuánto tiempo se tarda algún proceso en una institución tan burocrática y tan grande?” No lo dejaron terminar, el conductor René Delgado se fue a anuncios. Al regresar, Genaro insistió en su punto: “el 7 de octubre fallece Carlos Márquez [y] el 24 de octubre ya le están pagando el primer pago de la pensión o sea, dos semanas y media después. ¿En qué contexto? Yo argumentaba –y lo sigo argumentando– que María Amparo … era coordinadora general de asesores del secretario de Gobernación, de Santiago Creel –una figura muy poderosa en el gabinete de Vicente Fox. Y su exesposo era un coordinador también general de asesores en una dirección general en Pemex. Los dos con mucha influencia. Y perdón pero en qué institución –si ustedes han hecho un trámite para cobrar algo– ¿en qué institución … te dan en tres semanas ya el pago de una pensión? ¡Ninguna!” (minuto 30:05-30:58).

Raymundo Riva Palacio interrumpió a Lozano, sugiriendo que no había leído el expediente. René Delgado cortó y se fue a anuncios. Leo Zuckermann trató de desarmar el argumento de Lozano señalando que él no sabe cuánto se tardan esos trámites. Y Denise Maerker respondió al tráfico de influencias que denunciaba Lozano señalando que no se comparaba con otros actos de corrupción denunciados por Pemex en La Mañanera en la que salió otra vez a la luz el Caso Casar.

Peor, Maerker cerró su exposición (alrededor del minuto 33:00) con un argumento de decencia vs indecencia –señalando que el verdadero (y único) fondo del Caso Casar era la venganza obradorista en contra de una persona crítica de su gobierno. Este último guion fue repetido urbi et orbi a través de las redes sociales y grupos de discusión conservadores.

Pero Genaro Lozano tenía razón. De las muchas facetas del Caso Casar la más grave es el privilegio de los involucrados. Ese privilegio se manifiesta en el expediente, como te he probado en este comentario, lectora. Ninguna persona fuera de las burocracias doradas recibe trato tan expedito y ágil en trámites análogos o similares. Yo ví y escuché el programa de Tercer Grado mientras llegaba, para transbordar, a la Estación Oceanía del metro. Era una luminosa tarde de este tórrido mes de mayo. Al oír a Genaro cuestionar la rapidez del trámite Casar me pregunté ¿qué dirían las mujeres y hombres que iban conmigo en el vagón? ¿Qué opinarían de Riva Palacio que interrumpió, de Delgado que cortó, de Maerker que calló? Seguro habrían dicho: “—¡Dejen hablar al flaquito, que dice la verdad!”

¿Qué habrían dicho esos usuarios y usuarias del metro sobre el tamaño de los pagos liquidados a Casar en tan poco tiempo? Los imagino molestos e indignados. Razón tienen para ello. Pero a la coalición de defensores de Casar que he revisado el día de hoy eso no les interesa. La élite habla sólo entre ella. Y a los que disienten, como Genaro, los ningunean.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://www.gob.mx/cms/uploads/presidencia/Caso_Marquez_Padilla.pdf

Liga 2:
https://www.youtube.com/watch?v=SfJt_aI8-Wk

Liga 3:
https://www.youtube.com/watch?v=JmouiSZ_Fto&t=2110s

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