Mirada desencantada | Huracán Otis: con fake news y desinformación la oposición se pudre sin darse cuenta. Autora: Ivonne Acuña Murillo

Foto/ Dassaev Téllez Adame-Cuartoscuro

Por: Ivonne Acuña Murillo

A decir del politólogo italiano Giovanni Sartori, en su obra Homo videns. La sociedad teledirigida (1998), “El pueblo soberano ‘opina’ sobre todo de acuerdo con la forma en que la televisión le induce a opinar.” (p. 1). A pesar de que esta idea ha sido cuestionada desde diversas teorías, argumentando que las audiencias de los distintos medios de comunicación, la prensa escrita, la radio y las redes sociales además de la televisión, cuentan con criterio propio y una visión racional sobre aquello que reciben como información y propaganda, lo cierto es que, sin importar dichas teorías la oposición político-empresarial-mediática-intelectual en México apuesta justo a modelar la opinión de la ciudadanía en relación con el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la Cuarta transformación (4T) y su gobierno a través de la repetición ad nauseam de fake news a partir de un proceso de desinformación que no tiene límites. Incluso la tragedia humana, como la ocasionada por el paso del huracán Otis en el estado de Guerrero, es aprovechada con tal de crear una situación de inestabilidad tal que lleve al derrocamiento o caída de AMLO o de quien le suceda.

No se dude que el próximo sexenio seguiremos presenciando este lamentable espectáculo, en el que, ya no con las armas en la mano, sino utilizando cuanto espacio proporcionen los medios de comunicación tradicionales y las mismas redes sociales, la élite que se había apoderado de México y sus recursos hará hasta lo imposible por recuperar el poder y con este sus privilegios.

Hasta ahora, el innegable apoyo popular con que cuenta AMLO lo ha mantenido en el poder, además de otras estrategias políticas como su acercamiento a las fuerzas armadas, las mañaneras como espacio de rendición de cuentas, propaganda y, sobre todo, de denuncia de los intentos golpistas por muy “suaves” que sean. No en balde el primer mandatario ha dicho en diversas ocasiones, cuando ha tenido que responder a los ataques dirigidos a él, su familia y su gobierno, que estamos viviendo “tiempo de zopilotes”, “tiempo de canallas”. Para mayor precisión un zopilote es una ave rapaz que se alimenta de carroña, rapaz porque tiene inclinación al robo o la rapiña y tendencia a alimentarse de aquello que se ha podrido o corrompido. Más enfocado, el tiempo de zopilotes hace referencia a aquellas personas ruines, miserables y despreciables, de ahí aquello de “tiempo de canallas”.

Debilitada, sin apoyo popular, sin proyecto, sin grandes pensadores y sin credibilidad la oposición formada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sus legisladores, ciertos empresarios como Claudio X. González (el señor “X”, que no la señora “X”), dueños de medios de comunicación, comunicadores, periodistas, intelectuales, payasos y demás banda no han encontrado mejor estrategia que la de negar los logros de este gobierno (que los tiene sin duda), magnificar sus errores (que también los hay) y tratar de desvirtuar con una avalancha de mentiras y acusaciones absurdas las políticas públicas de la administración lopezobradorista encaminadas a mejorar el nivel de vida de los más necesitados.

Acusan al presidente de polarizar, de no sentarse a negociar, de no tomar en cuenta sus “sugerencias” y ¿es acaso que la oposición ha dejado de polarizar desde 2006, en que se inventó que AMLO era un peligro para México, a la fecha 2023, en que busca a toda costa, caiga quien caiga y muera quien muera, obstaculizar el esfuerzo del gobierno federal por atender la emergencia provocada en Guerrero por el huracán Otis?

Para bien y para mal, Internet y las Redes Sociales han ampliado de maneras nunca antes vistas los espacios desde los cuales se pueden enviar mensajes, ya no solo de forma masiva sino personalizada que, en contados casos, pueden ser verificados. Especialmente, cuando quien los recibe no cuenta con la intención o la preparación para hacerlo. A esto apuntan la oposición y sus huestes, expresidentes incluidos, a que la gente que recibe sus mentiras, exageraciones e infamias “se las trague completitas” sin cuestionar la fuente o las intenciones de quien se las hace llegar.

Para el pensador estadunidense Noam Chomsky esto sería un proceso de fabricación de consenso, a través de los medios de comunicación, en contra de AMLO y la 4T. La fabricación del consenso se basa en la construcción de una narrativa en la que “se muestran al pueblo” los errores, las fallidas políticas públicas, las malas, incluso perversas, decisiones tomadas por el actual gobierno en general, pero apuntando a casos concretos como los medicamentos para niños con cáncer, las instancias infantiles, el huracán Otis, etcétera. Lo anterior es parte de un proceso de captura de la opinión pública diseñado para que sea el mismo pueblo el que lo derroque o, en su defecto, no se interponga en su defensa cuando la élite desplazada intente reinstalarse en el poder, en este sexenio o los que vienen.

Es en este punto que se vuelve crucial evidenciar no solo este intento desestabilizador sino poner sobre la mesa de debate la evidencia de tan vil estrategia. Si del otro lado abunda quien se preste a esparcir la “carne podrida”; de este lado, habemos muchos y muchas dispuestas a denunciar y a abrir la ventana para que no se extienda el olor putrefacto de la oposición que se pudre sin darse cuenta.

Como quedara expresado en el editorial del periódico La Jornada, del día 29 de octubre de 2023:

El devastador paso del huracán Otis por Guerrero ha sacado a relucir lo mejor y lo peor de la sociedad mexicana. Lo mejor lo representa la movilización de cientos de miles de personas que ofrecen muestras de verdadera empatía al aportar y participar, en la medida de sus posibilidades, en las labores de acopio de víveres para los damnificados. Lo peor, algunos miembros de la clase política, figuras mediáticas, élites de la llamada sociedad civil, entre otros sectores, que no hacen nada a favor de los afectados y, en cambio, usan sus micrófonos como buitres, explotando la tragedia para atacar a las autoridades, divulgar noticias falsas y realizar un proselitismo repugnante en las circunstancias actuales. (“Guerrero: huracán de desinformación”).

En el eje de los ataques es posible distinguir cinco elementos de una misma narrativa, los cuales buscan impulsar una respuesta social adversa en contra de la administración federal. Primero, que la pérdida de vidas y bienes es culpa directa del gobierno que no puso a tiempo en alerta a la población del estado de Guerrero, omitiendo a propósito que los avisos se dieron cuando el fenómeno meteorológico no pasaba de ser una tormenta tropical y que no hubo manera de imaginar que en tan solo 12 horas se convertiría en un huracán categoría 5, la máxima vivida en la región. ¿Cómo iban funcionarios públicos a saber lo que ni los científicos pudieron prever? Segundo, la supuesta mala respuesta de las autoridades estatales y federales para la atención de la emergencia, aumentando con ello el desamparo vivido por la población local, sin reconocer lo que se está haciendo al respecto y sin ofrecerse a apoyar para atender a las y los guerrerenses. Tercero, desinformación en torno a la desaparición del fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y sus recursos, sin decir que estos se encuentran disponibles bajo otra figura jurídica. Cuarto, atendiendo a su propia corrupta experiencia, se busca persuadir a la población en torno a que el gobierno se robará el presupuesto y los bienes reunidos por la sociedad para enviar al estado afectado, al punto de iniciar una campaña mediática llamando a #NoDonar. Quinto, aprovechando la desgracia, difundir la imagen de que los partidos de oposición sí saben cómo atender este tipo de eventos, esperando que en la memoria de la gente no permanezca la evidencia de su corrupción y rapacidad.

Aprovechando la desgracia ocasionada por el paso del huracán Otis, y muchas tragedias más, la oposición político-empresarial-mediática-intelectual pretende, con fake news y desinformación, enlodar al gobierno de AMLO y tapar la podredumbre que esconden bajo la alfombra.

Mirada desencantada

Solo quien está frente al toro sabe lo que significa en materia de valor, riesgo y oportunidad. Es el caso del presidente de la República quien desde la campaña de 2018 eligió las batallas que iba a librar dejando fuera los juicios a expresidentes. Eso no se discute, nadie mejor que López Obrador para conocer sus alcances y limitaciones y las posibilidades que el mismo sistema político le ofrecía y ofrece para emprender una empresa de tal envergadura. Tampoco se juzga que haya tomado la decisión de dirigir todos sus esfuerzos a mejorar las condiciones de vida de las personas pobres y más desprotegidas del país, aprovechando el enorme apoyo popular con que cuenta, en lugar de perseguir a los sátrapas que lo antecedieron.

Dicho lo cual, se confiesa aquí la convicción de que debió “aventarles la lámina”, “darles un llegue”, un “estate quieto” a los dichos expresidentes para que, además de correr a Estados Unidos o España, mantuvieran la boca cerrada y no escupieran, un día sí y otro también, aquello que sale de su desmemoria voluntaria, vulgaridad, cinismo y desvergüenza.

A sus palabras me remito:

Primero, me gustaría ver a alguien que escuche a la gente y reconozca cuán complejos son los problemas; también, a alguien que no explote las necesidades, creando discursos demagógicos, prometiendo cosas que no se cumplirán; que no divida a nuestras sociedades; que impulse las reformas que nuestros países necesitan en Latinoamérica; que asuma completa responsabilidad, porque es muy fácil culpar siempre a otros […]. En pocas palabras, me gustaría ver un presidente que no sea electo mintiéndole a la gente y culpando a otros de sus propios errores. (Ernesto Zedillo Ponce de León, Conversatorio, Universidad de Chicago, 20 de octubre de 2023).

No me queda mas (sic) que decirles chinguen a su madre a todos los que nos gobiernan. Militares o no!! Resuelvan Acapulco y la inmensa desgracia en que esta (sic) nuestro país. (Vicente Fox Quesada, post en X del 27 de octubre de 2023)

Acapulco ha sido devastado por un huracán. Probablemente haya miles o decenas de miles de gentes sin agua y sin comida. El puerto está incomunicado porque el meteoro destruyó carreteras también. Al parecer, la población civil no fue advertida suficientemente y menos movilizada a lugares seguros. Además el gobierno ya se gastó el fondo de desastres en sus caprichos y en gasto electoral… (Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, post en X del 25 de octubre de 2023)

¿Será que la sangre mana de la lengua de quienes inventaron el Fobaproa para proteger a las élites financieras a costa del pueblo, que bajo su gobierno se dio una de las crisis económicas más duras de las últimas décadas y la matanza de Acteal; que se robaron el dinero producto de la explotación petrolera y permitieron que esposa y familia política se enriqueciera al amparo del poder; que metieron al país en una guerra que no tiene fin provocando miles y miles de muertos, desaparecidos, personas tratadas y explotadas sexualmente, descuartizados, descabezados, empozolados en ácido, extorsiones, cobro de piso y otros muchos “efectos colaterales”?

¿Ese es el gobierno que nos ofrecen en lugar del que tenemos? No sé usted, pero yo me quedo con este, con sus aciertos y errores.

Antes de cerrar es imposible no mencionar que las autoridades académicas de la UNAM han arrastrado el prestigio de la institución al conceder “permiso para plagiar” eximiendo a Xóchitl Gálvez y dándole oportunidad para enviar “las precisiones a las citas ausentes” en su “original” trabajo de titulación. De pasadita, aprovecharon para golpear a Claudia Sheinbaum al afirmar que tampoco en su tesis de licenciatura se encontraron elementos para presumir un plagio, cuando no se había solicitado tal revisión. ¡Y se atreven a afirmar que no quieren involucrarse en el proceso político en curso! ¿Así o más farsantes?

<em>Ivonne Acuña Murillo.</em><br>
Ivonne Acuña Murillo.

Socióloga feminista, académica de la Universidad Iberoamericana. Analista política experta en sistema político mexicano y género. Autora de más de 250 artículos periodísticos y 25 académicos publicados en periódicos y revistas de circulación nacional. Ha contribuido al análisis del presente y el futuro de un país que se desgarra en múltiples medios escritos, radiofónicos y televisivos, tanto nacionales como internacionales.

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