La realidad abruma. Autor: Ignacio Betancourt

Estudiantes con AMLO

Aciagos tiempos nacionales, tiempos malos, ominosos, llenos de sombras y desventuras. Futuros ensombrecidos con los malos augurios. Por ejemplo, qué confianza podría tener el ciudadano en un Congreso (hoy dominado por Morena) que a unas semanas de iniciar sus actividades lleva ya un acumulado de 121 iniciativas por dictaminar, a las cuales habría que sumar el rezago de la diputación anterior de 720 pendientes, lo cual implica que en dos meses que restan de la actual nefasta presidencia de don Enrique Peña Nieto se deberá dictaminar una altísima y variada cantidad de pendientes ¿serán capaces los nuevos representantes de la ciudadanía de actuar como corresponde? ¿qué pasará con temas prioritarios como la derogación de la llamada reforma educativa? ¿y las iniciativas para acordar la austeridad republicana y el nepotismo en el poder judicial, o el Instituto de los Pueblos Indígenas, y la nombrada Secretaría de Bienestar Social? Son preguntas que quedan en el aire enrarecido del México actual y a las que solamente la participación ciudadana tendrá que dar respuesta con una actuación inédita en la lucha por sus derechos más elementales. Si de los 30 millones de votantes a favor de Morena participara  combativamente un diez por ciento, sería posible la instauración de un nuevo orden.

Y ampliando las preocupaciones no se puede omitir el hablar de un planeta en el que las pérdidas económicas vinculadas con los efectos del clima alcanzan la cifra de 320 mil millones de dólares, y las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso en la atmósfera resultan las más altas en cientos de años, todo ello con un presidente de los EUA que asegura que el calentamiento global sólo es un “cuento chino”, ¿qué podemos esperar, no sólo en México, sino en el planeta entero? ¿Cómo sonreír pensando en el mañana?

Si a lo dicho sumamos el comportamiento criminal del actual presidente priista del país, el futuro se vuelve una pesadilla en la que los viejos ya no participarán, pero donde los niños y los jóvenes mexicanos de hoy tendrán que buscar una solución (y encontrarla pues en ello les va la propia vida). Como aderezo a tan brutal porvenir, va el dato que hoy carcome no sólo a México sino al vecino país del Norte con el 71 por ciento de su población de entre 17 y 24 años obesa, a grado tal que en los EUA no pueden enrolarse al ejército norteamericano debido a su exceso de kilos (afortunadamente cuentan con suficientes afroamericanos y latinos para que mueran combatiendo por un país que los repudia explícitamente). Es decir, el panorama general resulta aterrador para los que hoy comienzan a vivir, ya la sobrevivencia no es un problema solamente economicista. O qué decir de los triunfos de la ultraderecha en Alemania y del hundimiento de la socialdemocracia en ese país, o de los explícitos negocios del ejército mexicano y el gobierno norteamericano en el cultivo y distribución de la goma de opio en una amplia zona de la geografía nacional, y mejor ya no pensar en las declaraciones de los funcionarios citados por la agencia saudita Anadolu que advierten que si las amenazas de Trump (en relación con un periodista desaparecido en Estambul) se cumplen, se “responderá con una acción mayor, ya que su economía tiene aspectos vitales e influyentes para la economía global”. Quisiera uno ser optimista pues ya faltan pocas semanas para que el año termine y todos podamos poblarnos de buenos deseos, pero la realidad abruma y puede transformar al ciudadano no sólo volviéndolo combativo, sino indiferente o cómplice. ¡En la madre!

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