El Espejo | Enemigo en casa. Autor: Iván Uranga

Todas las emociones son como el agua, no son buenas ni malas, sólo fluyen en nosotros, pero si se estancan se pudren. Pasa igual con el amor que con el odio.
-Iván Uranga.

Esta semana el gobierno de Estados Unidos, a través de la CIA destruyó el gasoducto que lleva el gas de Rusia a Alemania y otros países de la Unión Europea, lo que obligará a Alemania y a la Unión Europea a comprar el gas obtenido con fracking y a precios mucho más elevados de Estados Unidos, acto con lo que el gobierno de Joe Biden traiciona a sus aliados de la OTAN y deja ver sus verdaderas intenciones en su intervención en el conflicto en Ucrania.

Para quienes hemos seguido este conflicto fuera del cerco informativo, que tiene Estados Unidos en el occidente, en donde sólo deja pasar la información que le favorece, este acto de traición no es más que el colofón de una muy agresiva estrategia económica norteamericana que comenzó con impulsar la anexión ilegal a la OTAN de la República Checa, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Macedonia del Norte y Montenegro rompiendo no solo el Pacto de Varsovia del 14 de mayo de 1955, también rompen el Acta Fundacional firmada hace 25 años entre la OTAN y Rusia, en donde acuerdan respetar sus áreas de influencia política y económica, y nunca estar por encima del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que a la letra dice:

La OTAN y Rusia parten de la premisa de que el objetivo compartido de reforzar la seguridad y la estabilidad en la zona euroatlántica en beneficio de todos los países requiere una respuesta a nuevos riesgos y desafíos, como el nacionalismo agresivo, la proliferación de armas nucleares, biológicas y químicas, terrorismo, abuso persistente de los derechos humanos y de los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales y disputas territoriales no resueltas, que representan una amenaza para la paz, la prosperidad y la estabilidad comunes.

”Esta Ley no afecta, y no puede considerarse que afecte, la responsabilidad principal del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de mantener la paz y la seguridad internacionales, o el papel de la OSCE como organización inclusiva e integral para la consulta, la toma de decisiones y la cooperación en su y como acuerdo regional en virtud del Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas.”

Situación que ninguno de los firmantes ha respetado. La justificación de Putin para invadir Ucrania tiene fundamentos étnicos, lo que hace del conflicto una bomba de tiempo, ya que lo han convertido en una guerra de odio.

Por un lado, Biden llamando al mundo a odiar a los rusos y todo lo que de ellos emane, a tal grado de prohibir las manifestaciones políticas y culturales de una región tan rica como la rusa, sin la que la historia universal no se podría entender, por el otro, Putin refiriéndose al ataque de la OTAN encabezada por Estados Unidos como “el ataque de los anglosajones” y en medio el loco presidente de Ucrania Volodimir Zelenski, torturando y aniquilando a todo rusófono que es el 18% de la población de su país, a lo que ahora le agrega la prohibición de intercambios comerciales con los judíos, a tal grado de impedirles entrar en las tiendas de autoservicio.

Las explosiones de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 de Rusia en el Mar Báltico no tienen precedentes. La historia recuerda otro incidente similar que, según datos desclasificados de la CIA, se considera una de las operaciones más exitosas de la inteligencia estadunidense contra la infraestructura crítica rusa: el sabotaje del gasoducto siberiano durante la Guerra Fría.

Thomas Reid, ex secretario de la Fuerza Aérea de EU y miembro del Consejo de Seguridad Nacional del presidente Ronald Reagan, revela la complicidad de la CIA en la explosión del oleoducto. Describió el sabotaje como solo un ejemplo de la “guerra económica fría” de la CIA contra Moscú. Fue “la explosión no nuclear y el incendio más monumental jamás visto desde el espacio” en el verano de 1982.

La realidad es que esta guerra fría económica nunca terminó y mucho más allá de los gobiernos, Estados Unidos encontró nuevos aliados en megamillonarios como George Soros, que tiene un muy especial desprecio por los rusos, que ocuparon su natal Hungría después de los nazis. Soros fue la punta de lanza de la OTAN al interior de Rusia, en donde intentó hacer lo que hizo en Ucrania, lograr un golpe de Estado y apoderarse de la economía ucraniana con un títere impuesto por él.

Soros y su Open Society fueron expulsados de Rusia por Putin a través de un decreto que prohíbe a los rusos tener algún tipo de relación con el húngaro-estadunidense. “La Fiscalía rusa ha reconocido como un peligro para la seguridad nacional del país euroasiático a la Fundación Open Society y a la Fundación de Asistencia del Instituto Open Society.

La tensión internacional es absoluta, el lenguaje político que usan Estados Unidos y Putin es mucho más parecido al de la Segunda Guerra Mundial que al de la Guerra Fría, la anexión oficial de territorio ucraniano a Rusia y la inminente anexión de Ucrania a la OTAN, cambian radicalmente las condiciones de la guerra, porque por declaración de Biden, considerará un ataque a Estados Unidos cualquier ataque a sus aliados de la OTAN, mientras que Putin anuncia que considerará un ataque a Rusia cualquier ofensiva de la OTAN en los territorios de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, ahora anexados oficialmente a la Federación Rusa.

Mientras que la comunidad europea va tomando partido, desde peligrosos absurdos como el del polaco miembro del Parlamento Europeo Radosław Sikorski que agradece públicamente a Estados Unidos por la destrucción del gasoducto, hasta millones de ciudadanos alemanes pidiendo a su gobierno tomar medidas contra Estados Unidos.

Son muchas las manifestaciones de odio en este momento en el mundo contra Estados Unidos por la destrucción de los gasoductos, y ya comenzaron los crímenes de odio en ciudades alemanas contra polacos y norteamericanos. También son millones de personas las que repudian el actuar del gobierno ucraniano contra los judíos, pero sólo los rusos recriminan al gobierno de Zelenski por el trato racista contra los rusófonos en Ucrania.

Estados Unidos quiere a toda costa recuperar la hegemonía económica perdida con China, y la anexión total de Europa es fundamental, por lo que el sometimiento económico de sus “aliados” va a costar millones de vidas en un invierno que se acerca inexorablemente a países que sin gas, no podrán enfrentarlo. 

Esta inminente confrontación bélica internacional, ahora pone a Estados Unidos como aliado de los neonazis y a Rusia como aliada de Alemania.

Todo esto sin contar el daño a los ecosistemas con su guerra económica disfrazada de democracia.

La poderosa Europa, si se descuida, pasará a formar parte del tercer mundo, dependiendo económicamente de su “amigo” el imperio norteamericano.

Todo indica que nuestra especie tiene urgencia por extinguirse.

La vida es una construcción consciente. 

Iván Uranga
Iván Uranga

Especialista en Ciencias Sociales, promotor de comunidades autónomas autogestivas, investigador social, docente de Permacultura, escritor de
ensayos, novelas, cuentos, teatro y poesía.

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