El crimen de odio de Ociel y Dorian. Autora: Emma Rubio

Jesús Ociel Baena fue hallado sin vida en su domicilio en el estado de Aguascalientes. / Foto: Twitter Ociel Baena

El lunes nos despertamos con la noticia de que el Magistrade fue encontrado por la señora que le apoyaba en su casa muerto al lado de su pareja Dorian. Y entonces tal y como en los tiempos de Peña comenzamos a ver una teatralidad representando a la justicia, sí, ese personaje que en tan pocas veces realmente se ve: la justicia.

Este asesinato no es un crimen pasional como nos lo quieren vender, es un acontecimiento que nos debe molestar y mucho a todas, todos y todEs. Porque es justo el lenguaje inclusivo el quid del asunto por banal que parezca. A todos debe indignarnos la violencia ejercida a esta pareja de la comunidad LGBTQy+ pues no asesinaron a cualquier persona, sino a une persone que dejó claro que todo lo personal es político, un ser humano que desde joven supo cómo se sentía el rechazo incluso de la familia de donde salió muy joven y regresó hasta ser aceptado tal y como era.

Ociel Baena tal y como la mayoría de la comunidad, estuvo marcado por la violencia y discriminación debido a que su forma de ser no encajaba con lo establecido en la sociedad, con aquello que osan mentar como lo “normal”. ¿Por qué es importante hablar de este caso? Porque como sabemos, Ociel se tituló en derecho por la Universidad de Coahuila y él mismo se autodefinió como persona no binaria, ganó bastantes batallas siendo la primer persone mexicana en tener su título de maestría con reconocimiento de su identidad, acta de nacimiento y su INE con el pronombre neutro. Y sí, a muchos esto les puede parecer desde algo tonto hasta una obscenidad lingüística porque, aunque no seamos un país lector sí somos un país donde abundan los puristas del lenguaje. Lo cual no es más que el reflejo de la intolerancia y lo conservador de las mentes. Esta lucha de Ociel no fue cualquier cosa, ni un capricho, fue una lucha por su dignidad porque es justo de lo que se trata, de dignidad humana. Ociel hace trece meses fue nombrado magistrade electoral al obtener una plaza en el tribunal electoral del estado de Aguascalientes luego de hacer un examen de oposición donde compitió con más de 2000 personas a nivel nacional, caminaba por los pasillos del tribunal en falda y tacones, pero con corbata. El sonido que hacía su enorme abanico arcoíris cuando lo desplegaba era una señal inequívoca de que ahí estaba, de que llegó al tribunal sin que nadie le hiciera una concesión, pero entonces arreciaron las burlas, el discurso de odio que sí existe y llegaron las amenazas. En julio luego de que asesinaron en Aguascalientes al activista LGBTQy+ de nombre Ulises Navarro, Ociel pidió protección al gobierno estatal, el cual le proporcionó una escolta que no era permanente y justo el día de su asesinato no se encontraba.

Lo que es de llamar y mucho la atención, es que justo mientras se encontraban velando los cuerpos por sus conocidos y familiares, el fiscal de Aguascalientes Jesús Figueroa ya estaba anunciando los resultados exprés del caso, tal como ir a un McDonalds a pedir algo rapidito para comer, así mismo resolvieron el caso, de volada. Figueroa muy seguro dando una narrativa a los medios de novela, en donde asegura que a Dorian Daniel había dado positivo en meta anfetaminas, asegurando la no presencia de un tercero dentro del inmueble, y como en CSI ya habían hecho todas las pruebas y todas las huellas que existían inculpaban a Dorian en automático. Y como afortunadamente era de esperarse, la gente no se tragó tal capítulo shakespeariano mal hecho de serie de Vix pues Dorian mató a Ociel y al darse cuenta de lo sucedido se suicida. Así, tal cual como peli de crimen y pasión. Muy interesante que la familia se haya enterado de este resultado viendo las declaraciones de Figueroa en los medios sin antes haber visto la carpeta de investigación, sin haber buscado ellos mismos entender lo sucedido. Faltaba más, el Estado tiene un grupo de investigadores tan eficientes que ni falta que hizo indagar, era diáfano el asunto.

Pero aquí lo único que me parece muy claro, es el intento de manipulación y acelere por dar una solución al caso y cerrarlo. Pero lo que no entienden estos servidores de la impunidad es que no será tan fácil tragarnos su novela y que la gente exigimos claridad, y no, no solo los miembros de la comunidad son los indignados, todos lo estamos y si no lo estás en verdad piénsalo porque más allá de hablar de un pronombre, o de un segmento de la sociedad, estamos hablando de algo substancial; la dignidad humana. La vulnerabilidad de los seres humanos por parte del Estado es cada vez más fuerte, y si se han atrevido a asesinar a un personaje como Ociel y peor aún, tratan de tapar la verdad ¿qué pueden esperar los que no son visibles y aparentemente protegidos?

Es una realidad que en México hay intolerancia y un discurso de odio a las diferencias, es completamente falso que existe la inclusión, día a día hay asesinatos de miembros de la comunidad y son miles las carpetas de investigación abandonadas porque la mayoría de esos humanos son rechazados por sus familias, por ende, terminan siendo muertes que pasan al olvido en un dos por tres, como han pretendido que pasara la muerte de Ociel. Pero han asesinado a alguien que se hizo ver, y que muy difícilmente podrán borrar del mapa de la impunidad.

Ociel no merece un minuto de silencio, él merece justicia y una lucha que siga a favor de lo que él logró en vida, hacerse valer y respetar como persone e imponer su dignidad humana. La gobernadora Teresa Jiménez tiene mucho trabajo por hacer, porque el cuento de pasión nadie se lo debe creer. Y las personas que se atreven a pensar que Ociel era obsceno, y que “ese tipo de personas” atentan contra la moral y el lenguaje son las que en verdad dan más miedo con su mentalidad pues es de esas mentes de donde surge toda la narrativa de odio como si aquellos que no se acoplan al molde pasaran a ser ciudadanos de segunda. Y yo siempre me he cuestionado ¿quiénes les han dado el nombramiento de superioridad para decir este sí debe existir y este no? ¿de dónde saca la gente tal actitud tan soberbia de sentirse mejor que otros? Es en serio, en la sociedad abundan personas que se creen con derecho a juzgar, rechazar y reprobar con tal facilidad y me he topado con afirmaciones tales como “pues es mi derecho a la libertad de expresión”; no, el sentirte superior, con una autonomía moralista para rechazar y decir que las persones de la comunidad no deben existir no es un derecho, es una mezquindad.

México es un país maravilloso, pero también un país infestado de hipócritas que intentan tapar el sol con un dedo, y es real que no hay aceptación por lo que existe, las personas no binarias son reales, tangibles, individues con derecho a todo lo que un heterosexual tiene: derechos. Y mientras no nos quede claro que el odio sí existe y que si permanecemos indiferentes a estos acontecimientos no nos extrañe que en algún loco momento se vuelva ilegal simplemente existir sin un uniforme mental. Piénsalo, Ociel no es uno, Ociel es la representación de muchos seres vivos que día a día luchan por hacer valer su propia existencia. ¿Te imaginas lo agotador y denigrante que resulta esto? Quizá no, porque quizá tú desde tu innegable definición de género purista no te das el tiempo para pensar en los demás porque el mundo gira en torno tuyo. Pero si te asomas a la ventana de la realidad, te puedes llevar una gran sorpresa y una que te ponga en un sitio donde el que no encaje seas tú. Dejémonos de juegos de poder y como en su momento el papa Juan XXIII lo hizo en el Vaticano justo en la antesala de los años 60, abramos la ventana de nuestras mentes a la realidad, veamos lo que pasa afuera, para que precisamente no nos cueste la vida como al papa Juan XXIII. No somos tan modernos ni mucho menos evolucionados como creemos, y todos esos discursos de aferre a lo dictado como lo normal, no son más que maneras de apoyar el discurso de odio que nos guste o no, ya está instalado en el colectivo y si dejamos pasar así nomás el asesinato de Ociel y Dorian, estaremos dejando pasar la oportunidad de ser activos en una sociedad por demás ya fracturada en la que la violencia se ha instalado como lo “normal” y eso ¿no te escandaliza más que ver a un “hombre” con falda y tacones?

@Hadacosquillas

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